Habana Playa, 50 años de película
La cafetería, en sus años de historia, ha contado con clientes como John Lennon y Anthonny Quinn
Mientras que Diario de Almería entrevista a Ángel Santisteban, propietario de Habana Playa, una cliente se dirige a la mesa para indicar que ella creció con este bar y que, desde pequeña, disfruta de la calidad y el servicio de la mítica cafetería de la capital de Almería.
Habana Playa cumple 50 años el próximo 31 de diciembre. En 1964 se abrió en su ubicación actual, aunque en 1955, la labor hostelera comenzó en La Barraquilla. Además de este espacio, se inauguró la Habana del Paseo en 1968 que ya no existe y Habana Cristal que funciona desde 1985.
El propietario recuerda cómo se cambió el concepto de desayuno con el inicio de Habana Playa: "Cuando se servían cafés, ponches y magdalenas, nosotros iniciamos las primeras tostadas en bollo de la provincia. Decidimos hacer el producto nosotros mismos y en la planta de arriba tostamos el café, preparamos la bollería, la horchata... Comenzamos la fabricación por ofrecer algo distinto a nuestros clientes, ser más competitivos en los costes y controlar la calidad".
Es un negocio familiar que comenzó en sus primeros orígenes con los padres de Ángel Santisteban: Antonia Campos Pérez y Antonio Santisteban. El propietario lo inició con su hermano, aunque éste se desligó del negocio tres años después.
Santisteban explica que Habana Playa creció junto a Almería: "Nos fuimos adaptando a la ciudad. Incluso nos dieron una concesión del restaurante del aeropuerto cuando estaba en auge el turismo alemán. Cuando lo cogimos, este servicio se encontraba entre los peores de toda España según un ranking que publicaron y lo dejamos entre los tres mejores de Europa, después de Frankfurt y Las Palmas. Tradujimos la carta a cinco idiomas, incluyendo el flamenco. Incluimos un horno giratorio para 1.000 bocadillos e incluso las compañías nos felicitaban por la comida que servíamos".
El propietario apunta que Habana Playa se ha convertido "en un sitio emblemático. Es uno de los negocios de hostelería más antiguos, tres generaciones. Hemos sido el número 1 y hemos mantenido una línea alta por la calidad, nuestro sistema de productos y la calidad. El servicio también es importante porque hemos mantenido un temporal fijo, no temporal, y eso hace que se sirva mejor a los clientes". Una de las claves es la fidelidad: "No lo haremos tan mal cuando hay gente que viene 365 días al año y es normal que te ocurra algo cuando vienes tanto tiempo seguido. Nosotros siempre nos hemos destacado por ser muy rápidos sirviendo".
La historia de esta cafetería ha acompañado también a la época dorada del cine en la provincia: "Trabajando yo detrás de la barra serví a John Lennon que llegó con un Rolls-Royce y se pidió un zumo de melocotón y fresas. También pasó Anthony Quinn, Brigitte Bardot, Claudia Cardinale... Raquel Welch pidió en Habana Cristal fresas con limón".
Habana Playa también ha sufrido fuertemente la crisis: "Ha sido la peor que hemos vivido nosotros. Nos ha costado cerca de 800.000 euros para no hacer despidos. Esto no es una crisis ocasional, es un cambio de era, de tendencia. Antes, las cafeterías servían como punto de encuentro para reuniones, pero actualmente con las nuevas tecnologías se está perdiendo. Actualmente, se nota la recuperación. Esperamos seguir en la brecha. Mis hijos han cogido las riendas asesorados por mi". La decoración es curiosa. Habana Playa tiene objetos de Cuba y la cristalería tan significativa corrió a cargo de Juan Hernández Barrios. Un lugar emblemático que sigue cumpliendo años, pero sopla las velas rodeados de los suyos, sus clientes.
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