Reacciones a la muerte de Juan del Águila

“Fue un visionario y ahora nuestra obligación es seguir su camino”

  • “La gran revolución de la provincia se debe a Juan del Águila”, subraya el actual presidente de Cajamar, Eduardo Baamonde"

Cientos de personas quisieron acompañar ayer a la familia y compañeros de Juan del Águila en el Tanatorio Sol de Portocarrero, por donde desfilaron amigos, responsables políticos y sus compañeros de Cajamar, su casa, de la que seguía hablando en primera persona pese a llevar varios años apartado de la primera línea. Don Juan, un “visionario que nos dejó el camino marcado”, en palabras del actual presidente del grupo Cajamar, Eduardo Baamonde.
“Era una persona muy discreta y se ha ido igual, con discreción. Ahora nuestra obligación es continuar ese camino. Nos enseñó a ser diferentes, hizo una entidad financiera totalmente distinta. Consideraba que teníamos que ir más allá de lo que era la mera financiación, que teníamos que trabajar en la transferencia del conocimiento, que nuestros clientes y socios no solo accediesen al crédito, también al conocimiento”, explicó Baamonde, quien fue más allá al afirmar que “la gran revolución de Almería se le debe a esta persona, fue quien imprimió realmente el desarrollo de esta provincia en el siglo XX”.
Con su marcha, incidió, “nos deja mucho trabajo por hacer, nos deja su visión que compartimos, sus principios y valores, nuestra responsabilidad es alcanzar la visión que nos trasladó somos un instrumento al servicio de nuestra gente y nuestra comunidad, y ese es el camino que queremos seguir emprendiendo”.
Baaamonde destaca algunos de los valores personales que definían a Juan del Águila: “Los principios y valores de  don Juan eran el esfuerzo, la humildad, el espíritu de superación, la mejora permanente y el conocimiento. Él sabía que por mucho esfuerzo que se hiciera, sin conocimiento difícilmente íbamos a obtener los resultados”.
El actual presidente recordó lo que Del Águila le dijo cuando Baamonde fue nombrado máximo dirigente de la entidad: “No te olvides, Eduardo, que somos un instrumento al servicio de nuestros clientes, me dijo, y creo que esa es una frase que resume perfectamente lo que él concebía que tenía que ser la entidad: un instrumento de desarrollo económico, social y comprometido con el territorio y con la gente que confía en nosotros”.

"Nunca se conformaba, su visión trascendía el ámbito de lo local"

Manuel Yebra, consejero delegado del Banco de Crédito Cooperativo Cajamar, afirmó a las puertas del velatorio que “el sentimiento de pérdida que tenemos es muy importante, Don Juan fue, es y será siempre la esencia de la entidad, de nuestra manera de sentir la relación con el mundo, de dirigirnos a la sociedad para ayudarla y apoyarla, esa esencia la ha transmitido a todos nosotros”.
El principal valor personal que acompañó la trayectoria de Del Águila, a juicio del actual consejero delegado, fue “su dedicación a los demás, la percepción de que tenemos una labor social, que la parte financiera es el adjetivo y no el sujeto, para hacer más grande y rigurosa la actividad empresarial, y que eso se desarrolle en en una sociedad cada vez más justa y equilibrada”.
Yebra subrayó en su glosa a la figura de Juan del Águila que “nunca se conformaba con nada, él tenía una visión de lo que tenía que ser una cooperativa de crédito que trascendía lo local. Recuerdo cómo hace 25 años quería que la antigua Caja Rural de Almería estuviese en Perpiñán, él tenía la fijación de que en aquellos tiempos Perpiñán era el lugar por el que se exportaba toda la actividad agrícola y productiva de Almería y nosotros teníamos que acompañar esa actividad Cuando el mundo se conformaba con ser cada uno lo que era, él tenía la ambición de qué hacer para ayudar a que la actividad productiva avance. Ese inconformismo lo convertía en visionario: la búsqueda permanente de poder hacer algo más, no conformarse con el éxito, porque todo éxito es un escalón hacia un avance superior”

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