Comercio

Kiosco Amalia y La Dulce Alianza, dos legendarios del XIX con placa histórica

  • El alcalde hace entrega de este reconocimiento a otros dos negocios tradicionales de la capital. La placa del Ayuntamiento los convierte en apreciado “patrimonio de la ciudad”

El alcalde entrega a Antonio Carreño la placa de Kiosco Amalia, de 1889

El alcalde entrega a Antonio Carreño la placa de Kiosco Amalia, de 1889

Licor o crema de cola, elaborado a partir de nuez de cola y con casi 30 grados de alcohol, más leche calentita, la piel de limón, su toque de canela y azúcar. Quizás estos ingredientes no sean suficientes –probablemente sí–, pero mencionar un “Americano” es saber, ya sin ápice de duda, que de lo que se habla es del Kiosco Amalia, donde se degusta una de las bebidas de las puede decirse que son de la tierra. Uno de esos lugares legendarios de Almería, que ayer recibía la merecida placa de reconocimiento a negocio histórico por parte del alcalde de la ciudad, Ramón Fernández-Pacheco.

A Casa Blanes, Joyería Regente y Segura Complementos, se ha sumado este quiosco de hostelería de Puerta Purchena (plaza Manuel Pérez García), luciendo también la placa, diseñada por Antonio Moreno, dibujante del Diario de Almería, y Ginés Valera, documentalista, otro negocio con solera, la pastelería La Dulce Alianza. Es la iniciativa puesta en marcha por la Concejalía de Promoción de la Ciudad con la que el Ayuntamiento de la capital, como explicó el regidor, pretende abrigar al comercio y a la hostelería local mediante este reconocimiento a la larga trayectoria desempeñada con una profesionalidad que ha merecido no solo conservar clientela, sino renovarla. “¿Quién no se ha tomado un ‘Americano’ en el primero o ha merendado el merengue ‘Media Luna’ en el segundo? Son comercios centenarios, con 130 años de historia el primero y 131 el segundo, que forman parte del paisaje de la ciudad”, ensalzó Fernández-Pacheco.

 

José Cano recoge la placa de Confitería La Dulce Alianza, de 1888 José Cano recoge la placa de Confitería La Dulce Alianza, de 1888

José Cano recoge la placa de Confitería La Dulce Alianza, de 1888

El kiosco Amalia ha sido atendido por generaciones de una misma familia y su clientela, de igual modo, se ha ido adaptando. Abuelos, padres e hijos se han sentado en esta terraza de encuentros, desencuentros y reencuentros. Abrió persianas en 1889 y ahora es Antonio Carreño quien lleva la voz cantante y quien ayer atendía a los medios de comunicación tras recibir la placa de manos del alcalde, acompañado por la concejala Carolina Lafita y la representante de la Asociación Almería Centro, Carmen Góngora. Desde Confitería La Dulce Alianza, cuya actividad comenzó en 1888, José Cano Ojeda manifestaba, de igual manera, la gratitud por esta iniciativa municipal, sintiéndose esta otra familia de pasteleros “honrados por el homenaje”, que les convierte en “patrimonio de la ciudad”.

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