Almería se está 'cociendo' este verano: ¿por qué la humedad afecta tanto?

El verano de 2025 ha dejado una huella imborrable en la provincia de Almería. Y no solo por las vacaciones. El mes de julio ha sido calificado de "muy cálido" y el de agosto como "extremadamente cálido". No es nada nuevo. Todos los últimos veranos vienen siendo iguales, pero los datos oficiales de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) reflejan una realidad que ha afectado al día a día de sus habitantes.

Con una temperatura media provincial de 27,8ºC en julio, el mercurio se disparó hasta alcanzar los 28,9ºC en agosto. Estas cifras superan los promedios históricos de la provincia en ambos meses, con una subida de 1,6ºC por encima de la media en julio y de 2ºC en agosto, según los informes de AEMET.

El calor almeriense, entre los más intensos de Andalucía

Según el Avance Climatológico Mensual de AEMET, el verano de 2025 fue caluroso en toda Andalucía, pero la provincia de Almería se ha posicionado a la cabeza. En julio, mientras otras provincias como Cádiz y Huelva registraron medias de 25,5ºC y 26,6ºC respectivamente, Almería superó estas cifras con sus 27,8ºC de media. La situación es similar en agosto, un mes que fue el tercer más cálido en la comunidad autónoma desde 1961.

¿Por qué la humedad afecta tanto?

Almería presenta una particularidad: los niveles de humedad relativa pueden ser altos debido a su proximidad al mar Mediterráneo, lo que crea una percepción de bochorno que a menudo se siente más intensa que las propias temperaturas. Aunque la precipitación es mínima, la humedad del ambiente, impulsada por las brisas marinas, puede alcanzar picos significativos. Los datos del pasado mes de junio, por ejemplo, muestran una humedad relativa media de 62,1% con picos que llegaron a 96%, valores que reflejan esa combinación de calor y humedad que es tan característica de las zonas costeras. En los últimos días, además, se ha registrado un aumento notable de la humedad, llegando a picos de hasta el 75%, lo que ha intensificado la sensación de bochorno y el malestar general. Esta dinámica es un factor clave que afecta la comodidad de los vecinos y turistas durante los meses más calurosos del año.

Históricamente, los meses de julio y agosto, aunque son los más secos en términos de lluvia, mantienen una humedad relativa que ronda el 51% y el 55% respectivamente. Esta cifra es considerablemente más alta que la de zonas de interior con temperaturas similares. La sensación de calor que percibe la población no se debe únicamente a los grados del termómetro, sino a la conjunción de las altas temperaturas con la humedad. Por ejemplo, una temperatura de 32 grados con una humedad del 75% puede generar una sensación térmica de 38 o incluso 40 grados. Este efecto se acentúa en las horas de la noche y la madrugada, cuando el rocío y la falta de viento hacen que el ambiente sea más denso y pesado. La presencia del mar actúa como un regulador térmico, impidiendo que las temperaturas se disparen como en otras zonas de la península, pero a cambio, inyecta esa humedad que, para muchos, es el principal factor de incomodidad durante el verano.

Noches tórridas y un panorama de sequía

El calor extremo no ha dado tregua ni por las noches. La provincia ha sufrido un gran número de noches tórridas, en las que las temperaturas no han bajado de los 25ºC. Esto ha afectado directamente al descanso y al bienestar nocturno de los almerienses.

En cuanto a las precipitaciones, el panorama es de sequía. Mientras que el mes de julio fue "muy húmedo", con 1,6 mm de lluvia en el observatorio principal, agosto no registró ninguna precipitación.

Esta falta de agua contrasta de forma brusca con lo ocurrido en otras provincias andaluzas. Jaén, por ejemplo, registró una anomalía de precipitación del 1738% más de lluvia en un solo mes, lo que subraya la ausencia de precipitaciones en la provincia de Almería.