Andrés Macho: “Me han encasillado como reverendo pistolero y eso me encanta”

Andrés Macho es un director, guionista y actor de cine almeriense. Nació en Benahadux el 12 de abril de 1970 (55 años), en el seno de una familia humilde, debutando en el cine de forma tardía en 2018 con Regreso a Belén, como director del filme. Desde entonces, no ha parado de trabajar en sus propios proyectos cinematográficos para hacerse un pequeño hueco en la ola del cine independiente almeriense. Su película más conocida es Bendición. Sangre y Nácar (2024), con la que participa en la nueva edición del Almería Western Film Festival.

Pregunta.Andrés, ¿cómo recuerdas tu infancia y juventud?

Respuesta.Todo el mundo me conocía y me llamaba “Andresillo, el del Salón” (y aún me llaman así), porque toda mi infancia la pasé en el bar Salón de Benahadux que pertenecía a mis padres. Mi niñez la transcurrí en ese bar y en la plaza de la iglesia que estaba enfrente, donde compartía con mis amigos miles de partidos de fútbol. Recuerdo que mi primer ídolo fue Arconada, el portero de la Real Sociedad. Pronto comencé a trabajar de aprendiz en el taller mecánico de Pepe Damián (mi padrino), pero un día vinieron los de inspección para hacerme un reconocimiento médico y en cuanto dijeron de sacarme sangre salí corriendo. Desde entonces no he vuelto a pisar ese taller. (Reímos). Cuando me sacan sangre me desmayo, no puedo con eso. Después me fui a la mili y al regresar, ya fallecido mi padre, mi hermano José se hizo cargo del bar, ayudándole yo unos cuantos años.

P.¿Cómo te ganas la vida actualmente?

R.Ya hace unos 3 años y medio que trabajo como sociosanitario en la empresa Atende, una compañía de servicios sociales, donde tengo la suerte de cuidar a la gente mayor de mi pueblo, Benahadux, que me vio crecer. Antes era peón de albañil, labor que compaginé durante 17 años con el cuidado de una persona parapléjica.

P.¿Cómo surgió tu interés por el cine? ¿Qué recuerdas de tus primeros rodajes?

R.Hace unos 8 años me llamaron para hacer un pequeño papel con diálogo, como actor, y a raíz de ahí me enganché en este mundillo; decidiéndome muy pronto a hacer mis propios proyectos y rodajes, como director y actuando. Mi primer trabajo dirigido se llamó Regreso a Belén (2018), una versión del nacimiento de Jesús ambientada en el Lejano Oeste. En cuanto a la primera vez que actué fue en Arizona 1878. Una historia del Viejo Oeste (2019), de Manuel Olaya, donde hice un pequeño papel, en las minas de La Partala, custodiando a unos presos. Uno de esos presos era Micky Molina, uno de los hijos del cantante Antonio Molina, quién personalmente me felicitó diciéndome que lo hacía bien… y ahí me dio el chispazo.

P.Vives el cine como actor y director. ¿Dónde prefieres estar: tras la cámara o frente a esta?

R.Depende del momento. Me resulta difícil responderte a esta pregunta. Me gusta dar vida a mis ideas como director pero, por otro lado, me encanta verme en pantalla grande.

P.¿Es Bendición. Sangre y nácar (2024) tu proyecto de cine más ambicioso hasta ahora?

R.Hasta ahora, sí. De hecho, la película (en su versión recortada) ha quedado este año finalista en el Almería Western Film Festival (AWFF) de Tabernas y el próximo sábado día 11 de octubre, a las 13 horas, será proyectada en Fort Bravo – Texas Hollywood. Quiero decir que tuvimos que reducir la película a tan sólo 22 minutos de duración, convirtiéndola en un corto, cosa necesaria para poder participar en este festival. Es una pena que en el AWFF no pueda verse al completo. El filme viene a ser una fusión entre un wéstern y sus tópicos y la vida real cotidiana de un pueblo del Bajo Andarax en pleno siglo XIX. En él unos pistoleros llegan desde Estados Unidos a Almería en busca del capataz de unas minas, lugar donde se refugia de un pasado turbio. La película contiene mucha acción, escenas románticas y algún que otro toque de humor. En lo que respecta a los lugares que podremos descubrir nos encontramos con cortijos antiguos de aquella época, la Plaza Vieja de Almería, el Cable Inglés, ... aunque el ochenta por ciento de la película está filmado en Benahadux, en las minas de La Partala. La parte que corresponde a la historia de EE. UU. se ha rodado en Western Leone. La película contiene unas actuaciones de cantaores de flamenco muy de nuestra tierra.

P.¿Qué dura la versión íntegra de la película?

R.Es un mediometraje de 49 minutos.

P.¿Habrá continuación de Bendición?

R.Sí, y se titulará Bendición. Recupera tu alma. Ya estoy acabando el guion, pero aún tengo que concretar varios aspectos del rodaje: localizaciones de sets, permisos, búsqueda de patrocinadores, etc. Estoy muy emocionado con la realización de esta segunda parte, porque la gente ya conoce de qué va la historia de Bendición. Quieren y me piden que haga otro trabajo de este personaje, el cual interpreto yo mismo.

P.¿Quién es Bendición?

R.Bendición en la película es un almeriense que emigra a Norteamérica, se une a una banda de forajidos, y que, finalmente, arrepentido de sus pecados, se hace sacerdote. Luego, al poco tiempo, y por unas circunstancias que no voy a decir, mata al hijo del jefe de otra banda, por lo que no tiene más remedio que huir a su tierra natal, Benahadux. Bendición es un personaje que siempre luce su habitual vestimenta de reverendo, con sus pistolas colgando de sus caderas, preparado para disparar a toda teja.

P.¿Con quién te juntas para rodar tus proyectos?

R.Con grandísimas personas y amigos y amigas amantes del cine de su tierra. No voy a mencionarlos a todos porque son muchos, por lo que sólo nombraré al equipo técnico, que es el que se encarga de la filmación, edición, etcétera. Nuria Campos, Nazaret Prados y Miguel Montoya de Mírame Almería.

P.¿En qué has estado trabajando últimamente?

R.He rodado dos cortometrajes wéstern, como ya sabes (contado con tu participación en ambos): Rédito maldito (2024), que cuenta los dos últimos días de Pat Garrett, y que también fue seleccionado para su proyección en el AWFF el año pasado; y Muerte al bastardo (2025), otro wéstern, que trata sobre la lucha contra el cáncer y que en estos momentos está terminándose de editar.

P.¿Cuáles son tus aficiones además del cine?

R.Colecciono antigüedades, me encanta la arqueología, y también soy fanático de la música country, como por ejemplo de artistas como Alan Jackson o George Strait. Aparte de esto, tengo otra pasión que nadie conoce y es la práctica de la supervivencia. El estar cinco días tirado en una montaña con recursos mínimos, construyéndome mis propios refugios, cazando…

P.¿Qué tipo de antigüedades te interesan?

R.Llevo unos 14 años coleccionando antigüedades del siglo XIX, que son las mismas que utilizo para el atrezo de mis películas, como son candiles, ropa, muebles, reproducciones de armas, etcétera. Como no sabía qué hacer con tantas cosas pues hice varios sets de rodaje en mi propio cortijo donde vivo. Uno es una cocina mexicana, otro una cabaña de cazador, también tengo una de herrero, y el más grande un decorado interior (donde nos encontramos ahora mismo tú y yo) de una pequeña cantina que al mismo tiempo es una tienda. Todos juntos hacen una parada de postas. Al conjunto de sets los llamo Rancho Majuelo.

P.¿Me podrías nombrar algunas películas que se han rodado aquí?

R.Aquí, en Rancho Majuelo, ya se han hecho varios rodajes de películas, aparte de todas las mías (mis propios proyectos). Una de estas películas es Tu último duelo, amigo (2025), de Dirk Roche, donde, por cierto, yo soy coprotagonista. Con este director alemán también he coprotagonizado Un bastardo, una ciudad y los muertos (2022). De igual forma se han rodado escenas en mi rancho de La Marcha del Diablo, de José Enrique Martínez Moya, que en la actualidad está filmándose y donde, igualmente, yo participo con un papel importante. Curiosamente, en todos estos trabajos visto con la misma indumentaria de reverendo pistolero, como en Bendición. Parece ser que me han encasillado con esta vestimenta que a mí me encanta.

P.Próximos proyectos.

R.A corto plazo, la mencionada Bendición 2 y otro trabajo cinematográfico relacionado con mi profesión. Este último, una autobiografía mía, la de un hombre que se siente amargado por no encontrar trabajo y que de repente, le llega una oportunidad de trabajar en ayuda a domicilio cuidando a un enfermo de parálisis cerebral. Pero, ojo, no os vayáis a creer que va a tener una historia triste, sino todo lo contrario, será un cortometraje que contará con mucho humor.