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Los bomberos se hacen maestros a la hora de salvar a ocupantes de vehículos

Efectivos del Consorcio de Poniente y de Levante han perfeccionado esta semana las técnicas para extraer con control cervical a los heridos en accidentes de tráfico Han participado más de una veintena

Los bomberos se hacen maestros a la hora de salvar a ocupantes de vehículos
Ricardo Alba Turre

22 de noviembre 2013 - 05:01

Seguro que a usted no le va a suceder, es usted un conductor ejemplar. Respeta los límites de velocidad, lleva usted el vehículo perfectamente revisado, no distrae la vista con esmarfones, en fin, cuando usted conduce su vehículo está a lo que tiene que estar. Pues bien, aun así, y Dios no lo quiera, cualquier conductor tan irreprochable como usted, tan de libro, no está libre de sufrir un accidente de tráfico. Imaginemos una escena como la de que por una mala fortuna su vehículo vuelca, las cuatro ruedas están mirando al cielo y queda usted en su interior colgado del cinturón de seguridad. Imaginemos que a usted no le ha sucedido nada en el mejor de los casos, tan sólo el tirón del cinturón y la postura nada cómoda e incluso perjudicial para la columna vertebral. ¿Cómo saldría usted de su vehículo en semejante situación? O peor aún, ¿y si usted no está en condiciones de moverse?.

Hoy finaliza en el Parque de Bomberos del Levante almeriense el curso de Nuevas Técnicas de Excarcelación en accidentes de circulación que dio comienzo el pasado martes y en el que han participado 25 alumnos, 25 bomberos del Poniente y Levante de la provincia, con el objetivo de que si usted, Dios no lo quiera repetimos, sufriese un accidente con su vehículo pueda ser socorrido eficazmente y con total seguridad. Manuel Montoya, sargento de Bomberos de Almería, experto y curtido en situaciones límites, dirige y supervisa el curso en el que "se ha dedicado toda una mañana a clases teóricas acerca de riesgos laborales; formas de actuar del equipo técnico; actuación del Mando; estabilización de los vehículos; vehículos de nueva generación como los híbridos o eléctricos". Hay que adaptarse a las nuevas tecnologías en aras de nuestra seguridad.

En la parte práctica se han realizado doce talleres distintos, "en ellos", explica Manuel Montoya, "lo que se ha ejercitado fundamentalmente es la extracción de la víctima centrándose en el control cervical, el eje cabeza, cuello, tronco, para que haya una salida de ángulo cero, para que no sufra la columna vertebral; éste es un adiestramiento para que siempre que hayamos de intervenir en un accidente de tráfico no causarle más lesiones a la persona que está accidentada". Los 25 bomberos participantes se han dividido en grupos de cuatro o cinco efectivos y cada grupo ha pasado por cada uno de los 12 talleres que se han efectuado. "Estos talleres se corresponden con la extracción en los tres supuestos que puede haber en un accidente: vuelco total, es decir, con las cuatro ruedas para arriba, vuelco lateral o bien con el coche sobre las cuatro ruedas". "Estas prácticas tratan de crear situaciones complejas que pueden producirse en un accidente de tráfico y hacer las extracciones de sus ocupantes por los lugares más insospechados para adiestrarnos en esta materia", añade Montoya.

Sugerencias de los expertos para los conductores que se encuentran ante un accidente de esta tipología: el primer impulso de un conductor a la vista de un accidentes es parar y ver qué pasa o qué puede hacer, "pues bien", señala el sargento Montoya, "si en ese momento todavía no ha llegado la asistencia sanitaria o de Bomberos o Guardia Civil, lo mejor que puede hacer es dar aviso a los equipos de emergencia, no acercarse al vehículo accidentado, porque no sabe qué riesgos puede haber, como un incendio o de cualquier otro tipo, tratar de calmar a la persona que está dentro del vehículo desde la distancia, tratar de hablar con ella y observar todo lo que hay a su alrededor, para que cuando lleguen los equipos de emergencia poder darles información de lo que haya visto a su llegada e informar de cuál es la situación".

Una vez que están ya presentes las asistencias, se toman las medidas ante accidentes de esta índole: "la primera", apunta Manuel Montoya, "antes de acercarse al vehículo es controlar los riesgos externos que puede haber, como pudiera ser el derrame de gasolina, caída de un árbol sobre el coche, por lo tanto inestable, que el choque haya sido contra una farola y los cables toquen el chasis del vehículo. Una vez que están todos los riesgos controlados desde la distancia intentamos entablar conversación con la víctima para conocer si está consciente y cuando la zona ya es segura se estabilizan los vehículos para que no haya ningún movimiento, entramos en el interior un sanitario o un bombero para hacer el control cervical y una vez que ya esté controlado el herido dentro del vehículo se procede a planificar la excarcelación, cuyo objetivo fundamental es fijar por donde se va a sacar a la víctima para que sufra lo menos posible y en función de cómo esté el vehículo y sus ocupantes decidir por donde vamos a romper". Una sugerencia más es añadida por el experto en este tipo de situaciones: atender las indicaciones de los agentes de tráfico.

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