Pilar Cernuda
La mayor corrupción jamás conocida
Cuida tu salud mental
Una de cada cinco personas en España tiene más de 65 años y en la provincia de Almería, aproximadamente, una de cada seis. Esto nos hace pensar en la importancia de destinar recursos a las personas mayores, no solo materiales, sino también psicológicos. Ellos representan una parte fundamental de nuestra sociedad y merecen atención en todos los ámbitos. Por ello, me gustaría compartir cinco consejos para quienes tenéis abuelos, padres, madres o personas mayores a vuestro cargo, con el fin de ayudaros a que podáis cuidarlos mejor.
Que las personas mayores sientan el respaldo de sus familiares y de otras figuras importantes en su vida se relaciona con una menor mortalidad, un mejor cuidado de la salud, mayor adherencia a los tratamientos médicos y menos tiempo de hospitalización. Dedicar un ratito cada día a visitar a esa persona mayor y preguntarle cómo está, qué ha comido o qué ha visto en la televisión, y hacerlo con calidad y atención, se asocia con mayor bienestar subjetivo, satisfacción con la vida y felicidad. Además, es un factor protector frente a la depresión.
La apatía, o falta de interés, es uno de los síntomas principales de la depresión en personas mayores. Muchas veces, síntomas como la inatención, la preocupación excesiva o la ansiedad se interpretan como algo propio de la edad, pero no debemos olvidar que los mayores también pueden padecer depresión. En estos casos, el malestar suele expresarse a través del cuerpo: dolores, fatiga, pesadez de las extremidades… Si una persona mayor empieza a decir que ya no tiene interés en las cosas y a quejarse de dolores nuevos, puede estar mostrando los primeros signos de depresión. Es importante estar atentos y acudir al médico de cabecera para buscar la causa.
Los olvidos en las personas mayores pueden deberse a una pérdida natural de memoria, a síntomas depresivos o incluso a un posible inicio de Alzheimer. No los normalicemos sin más. Una buena manera de estimular su mente es regalarles libros, crucigramas, sopas de letras u otras actividades que ejerciten sus funciones cognitivas. También podemos ayudarles preguntándoles qué han comido o quiénes les han visitado en los últimos días, reforzando así su memoria.
Los grupos de mayor riesgo de suicidio son los adolescentes, los adultos jóvenes y, de manera muy significativa, las personas ancianas. De hecho, los mayores de 85 años se suicidan hasta 13 veces más que quienes tienen alrededor de 20 años. Estos datos nos recuerdan la necesidad de estar alerta, especialmente en personas mayores que atraviesan un duelo o carecen de suficiente apoyo social. El acompañamiento, como señalamos en el primer punto, es fundamental para mejorar su bienestar. Entre los principales factores de riesgo están tener más de 75 años, vivir aislados, consumir alcohol y ser hombres.
¿Sabes cuál es el legado de tu abuelo o de tu padre? La próxima vez que visites a una persona mayor, pregúntale cuál cree que es su legado, qué huella ha querido dejar y si siente que lo ha conseguido. Pregúntale también por sus sueños, sus objetivos y qué le hace feliz en el presente. Ofrécele tu tiempo y tu escucha activa, ayúdale a valorar lo que ha aportado al mundo y, si lo necesita, puedes animarle a dar algún paso más para sentirse realizado (quizás sea escribir un libro, pintar un cuadro o enviar un mensaje para que lo escuche el mundo). A veces, tu pequeño gesto puede transformarse en su mayor plenitud.
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