Entrevista a una actriz en ciernes: “Ser actriz es un sueño que tenía desde los 6 años”

Queridos amigos y lectores del periódico Diario de Almería, hoy les traigo una entrevista divertida y muy tierna con una niña intérprete de 10 años a la que tuve el privilegio de conocer en febrero de este año, actuando en el rodaje de Muerte al bastardo, un cortometraje wéstern de Andrés Macho basado en la lucha contra el cáncer, y en el que ambos participamos como actores, junto a María del Mar García Rubira y Laura Felices, a las que ya entrevisté años atrás, y los actores siempre espléndidos Antonio Pequeño Oso, Manuel López García, Rafael Doménech, José Miguel Cantón y Antonio Amate. Les estoy hablando de una chiquilla que acaba de comenzar en este mundillo del cine almeriense, con muchas ganas de aprender y seguir mejorando cada día, Lola Rodríguez Caparrós, nacida en Almería el 4 de agosto de 2015, y que ha dejado una huella imborrable en todo el equipo de actores y producción. Nos ha encandilado con su desparpajo y frescura frente a la cámara con tan sólo diez años, con una actuación que nos ha atravesado el alma. Lola estuvo magnífica en el corto y desde aquí le deseo toda la suerte del mundo. Esta entrevista la realizamos en compañía de su madre (Rosa), en una cafetería de la plaza Vieja, un lugar perfecto para hablar de cine, aficiones y sueños.

R. G. F.: Hola Lola, cuéntanos un poco sobre ti, cómo te definirías, qué estudias, qué te gusta hacer.

Lola: Soy muy loca, divertida, extrovertida y sociable. Estudio cuarto de primaria y ahora en septiembre empiezo quinto. He aprobado todas las asignaturas con muy buenas notas: notables y sobresalientes, excepto un bien. Mi asignatura favorita es la artística y me considero una persona bastante creativa. Me gusta dibujar paisajes y el mar para luego difuminarlos. También pinto a los personajes de Spider-Man. Entre mis aficiones están montar en bicicleta y hacer skateboard. Estoy dando clases con Juan García Wic de Almería Skate School en el skatepark que hay junto a los edificios Presidente de El Zapillo.

R. G. F.: Qué coincidencia, ahí patino yo y también conozco a Juan, es mi amigo. No podías estar en mejores manos. ¿Cómo es tu día a día entre semana?

Lola: ¿Tú también patinas? No lo sabía (se sorprende por mi edad). Me levanto (me cuesta madrugar), desayuno y vuelvo a acostarme porque me agoto. (Todos reímos). Mi abuela Carmen me despierta de nuevo y me lleva al cole. Después mi abuelo Pedro me recoge y almuerzo en casa de ellos. Por la tarde veo la televisión, me hago un bocadillo yo solita y meriendo. Y luego me voy a jugar con mis amigos al parque de la plaza San Pedro. A las 21 horas me recojo todos los días en casa, ceno con mis padres y me acuesto. Los lunes y miércoles voy a clases particulares de matemáticas (porque soy más de letras) y de inglés por las tardes, de 16 a 19:30 horas. Los demás días estoy libre.

R. G. F.: ¿Y qué haces en el fin de semana?

Lola: Ahora en verano me voy a la playa con mis padres y familia. Somos muchos, nueve tías. Y a cenar fuera.

R. G. F.: ¿Por qué te interesa la actuación?

Lola: Siempre he fingido y recreado escenas dramáticas con mi familia… y todos me decían que iba para actriz.

R. G. F.: ¿Cómo te enteraste de que se iba a realizar la película?

Lola: Por nuestra amiga de la familia Laura Felices, que es actriz de cine. Un día iba a la playa con mi abuela y le dije que quería ser actriz. Y me preguntó: “¿Cómo Laura?”. Yo respondí: ¿Pero es que Laura es actriz? Me dice que sí. Entonces le pedí el teléfono de Laura y la llamé. Ella me dijo que en cuanto se enterara de que había un papel para niños que me llamaría. Al día siguiente vino a hablar conmigo y me explicó todo, cómo funcionaba este mundo del cine. Dos o tres semanas más tarde y, gracias a ella, pude presentarme a un casting para un corto de la agencia ModExpoR. No me cogieron, pero al poco tiempo me llamó Andrés Macho para ofrecerme un papel importante en Muerte al Bastardo, acepté y ahora le estoy muy agradecida.

R. G. F.: ¿Quién es tu personaje en Muerte al bastardo?

Lola: Mi personaje no tiene un nombre. Soy la niña a la que el villano secuestra. Yo lucho por salvarme, me escondo detrás de una roca y paso mucho miedo.

R. G. F.: ¿Te identificas de alguna manera con tu personaje en la película?

Lola: No me identifico con él en ningún momento. Yo soy todo lo contrario que mi personaje, no tengo miedo a nada, solo a las cucarachas y a los bichos. (Reímos de nuevo).

R. G. F.: ¿Te tomó bastante tiempo prepararte tu personaje?

Lola: Sólo un día. Mi guion no es muy largo. Mi madre me ayudó mucho en casa a memorizarlo. Ella se preocupa mucho por mí y me da besitos cada diez minutos. Quiere que disfrute en todo lo que haga. Siempre me apoya.

R. G. F.: ¿Qué recuerdos guardas sobre el rodaje de Muerte al bastardo?

Lola: Me gustó mucho el indio (Antonio Pequeño Oso). Conectamos desde el minuto uno, desde que nos vimos. El día del rodaje él me daba muchos besitos en la cabeza, es muy cariñoso. Él me motivaba a hacerlo bien y cuando me ponía nerviosa me tranquilizaba. Todos se sorprendieron por mi interpretación, también por mi caracterización, por mis rasgos físicos y mi peinado. Decían que lo hacía estupendamente. Lo disfruté mucho el rodaje.

R. G. F.: ¡Wow, nos dejaste con la boca abierta! ¿Y tienes alguna anécdota del rodaje que te apetezca compartir con nuestros lectores?

Lola: Sí, cuando dispararon al villano, el hombre del parche en el ojo. En el momento en el que cae al suelo por poco se me echa encima. Y es ahí cuando todos gritaron, “¡la niña, la niña!”. Porque se asustaron. Yo tenía todos los pinchos de los matorrales hincados en el trasero y no me podía mover bien para apartarme. Y otra anécdota. En una escena que yo tenía que correr hacia mi madre (un papel que interpreta Laura Felices), se me enganchó la falda en un arbusto y casi se me queda ahí colgada.

R. G. F.: Y la experiencia, imagino que inolvidable.

Lola: El ser actriz es un sueño que tenía desde los 6 años. Yo llevaba una especie de poncho, unas botas y una camisetilla fina, por lo que pasé mucho calor. En cuanto al reparto era maravilloso y todos nos caímos bien. Me lo pasé muy bien y no estuve tan nerviosa como pensaba.

R. G. F.: ¿Cómo fue trabajar con el director Andrés Macho?

Lola: Andrés me cae genial. Es exigente trabajando, por lo que me recordaba un poco a un padre serio. No a mi padre, él es todo lo contrario, sino a un padre serio de estos que se ven en las películas. Andrés se pone formal cuando hay que ponerse, sobre todo cuando hay que corregir a alguien en su actuación, pero es muy simpático.

R. G. F.: Andrés es un cachondo mental. (Ambos sonreímos). Tu actriz y actor favorito es…

Lola: Jenna Ortega, en su papel de Miércoles Addams. Y mi actor favorito, Pedro Pascal.

R. G. F.: Una película y una serie.

Lola: Ratatouille y Cobra kai.

R. G. F.: ¿Cuál es tu comida favorita?

Lola: Los canelones.

R. G. F.: Si pudieras tener un superpoder, ¿cuál sería?

Lola: Teletransportarme. Para poder pegar sustillos a la gente. (Nos hace gracia y reímos de nuevo).

R. G. F.: ¿Quiénes son las personas más importantes de tu vida y por qué?

Lola: Mi madre y mi abuela Carmen. Mi madre porque ella me parió (nos partimos de la risa por como lo dice). Y mi abuela porque desde que nací ella siempre cuidaba de mí. Mi madre trabajaba en una tienda de ropa multimarca (ahora es comercial) y mi abuela nos atendía a mí y a mi hermano.

R. G. F.: ¿Algún consejo de tu madre en lo que a actuación se refiere?

Lola: Mi madre me decía que cuando saliera a actuar, si pensaba en lo malo, lo iba a hacer mal. Y que, si pensaba en lo bueno, me iba a salir bien.

R. G. F.: ¿Hay nuevos proyectos a la vista?

Lola: Voy a continuar trabajando en los proyectos cinematográficos de Andrés Macho. Espero su llamada.

R. G. F.: ¿Hay algo que quieras hacer y que no has hecho aún?

Lola: Sí, claro, viajar a Italia. Quiero aprender italiano. Me encanta ese idioma.