Ferrocarril

Dos años con la estación de tren rehabilitada y sin "petición formal" para darle uso cultural

  • Adif ha manifestado la "conformidad" con la petición municipal a la espera de una "comunicación oficial" que deben autorizar los ministerios de Transportes y Cultura sobre el uso que le quieren dar 

Dos años con la estación de tren rehabilitada y sin "petición formal" para darle uso cultural

Dos años con la estación de tren rehabilitada y sin "petición formal" para darle uso cultural / Rafael González

Este mes se cumplen dos años desde la finalización de las obras de rehabilitación integral de la antigua estación del ferrocarril de Almería a través de dos fases en las que el Gobierno invirtió poco más de 2,5 millones, en su mayoría procedentes del 1,5% Cultural del Ministerio de Fomento, y todavía no hay ninguna propuesta oficial sobre la mesa del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) para darle uso cultural o social. Así lo han trasladado a este periódico fuentes del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) que reconocen que desde 2019 han mantenido contactos y reuniones con el Ayuntamiento de la capital en las que se les ha informado del interés municipal, pero sin que se hayan dado los pasos ni trámites pertinentes: "Si el Ayuntamiento aspira a una cesión de la estación debe hacer una comunicación formal a los ministerios de Transportes y Cultura sobre el uso al que se pretende destinar, algo que nos se ha realizado en todo este tiempo".

En este sentido, desde el Gobierno recuerdan que en todo momento se ha expresado la "conformidad" por parte del Adif para materializar una cesión que "sólo sería posible para un uso social y/o cultural" e inciden en la necesidad de que se eleve también la propuesta al Ministerio de Cultura y Deporte al estar incoado un expediente de declaración de Bien de Interés Cultural. Desde el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias han argumentado que "un uso comercial no sería compatible con la cesión" y también esgrimen la necesidad de una tercera fase de obras, tras la reciente rehabilitación, para acondicionar el edificio al público en materia de accesibilidad y subsanar posibles patologías estructurales (reforzar los forjados para un uso transitable de la actividad). En este sentido, la concejala de Urbanismo, Ana Martínez Labella, argumentó meses después de que concluyera la reforma que debía ser el Gobierno y no la ciudad el que asumiera la inversión de esta tercera fase de las obras necesarias para su cesión. 

Esta joya arquitectónica que abrió sus puertas en 1.895 que se mantiene cerrada a cal y canto y sin uso desde principios de este siglo y en anteriores legislaturas se alcanzó un "compromiso verbal" con exministros de Mariano Rajoy (PP) que nunca llegaría a materializarse. Desde el Ayuntamiento de Almería han remitido varios escritos en los últimos años -desde que comenzaran los trabajos para su rehabilitación en 2016- expresando su deseo y pretensión de cesión del histórico inmueble a la ciudad para convertirlo en un centro cultura. Sin embargo, el Ministerio asegura que no se ha llegado a realizar ningún trámite oficial que son de obligado cumplimiento, más allá de las declaraciones en prensa, ni ha presentado una propuesta detallada en la que se desgrane en profundidad su planificación. 

Adif recuerda que "un uso comercial no sería compatible con la cesión" y también esgrime la necesidad de una tercera fase de obras

En plena fase de restauración de las fachadas, cubierta y vestíbulo, el entonces ministro de Fomento, José Luis Ábalos, trasladó por escrito en mayo de 2019 las dos opciones que podrían estudiar para dar respuesta a la demanda del consistorio almeriense. Por un lado, estaría el arrendamiento con una renta simbólica con un plazo máximo de 20 años -el que está previsto en la Ley de Patrimonio de las Administraciones Públicas- que sería posible realizar jurídicamente sin tener que desafectar la estación. Y una segunda opción, menos viable, sería la cesión de uso gratuito con informe favorable de la Dirección General de Patrimonio del Estado y el requisito de que el Ayuntamiento de la capital sólo podría contemplar los usos dotacionales públicos "puros", es decir, no lucrativos. Implicaría la desafectación total que se antoja complicada al existir todavía en el edificio instalaciones ferroviarias que podrían ser necesarias durante la organización de los servicios que conlleven los trabajos de la segunda fase de la integración del ferrocarril en Almería.

El Ministerio reitera su intención de mantener el compromiso verbal del anterior ministro para ceder a la ciudad uno de los edificios más notables y singulares de Almería, pero bajo una serie de requisitos que están condicionados por la dedicación a la que quieran destinarla. En ningún momento se concibe como un "cheque en blanco" porque si el uso es público-comercial habría que acondicionarla en materia de accesibilidad, por ejemplo, y se tendrían que reforzar los forjados para un uso transitable. Además, del obligado pronunciamiento del Ministerio de Cultura sobre la conveniencia y compatibilidad de la actividad con la conservación de este inmueble, diseñado por el arquitecto francés Laurent Farge en el marco de la línea ferroviaria Guadix-Almería, en base a su catalogación como Bien de Interés Cultural (BIC).

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