El Mercado de Los Ángeles entra por fin en obras sin cerrar a la clientela
Almería
La reforma integral, de un millón de euros y ocho meses, pondrá fin a las históricas goteras, palomas y apagones
El Ayuntamiento de Almería culpa al Gobierno de la pérdida del millón de euros del Mercado de Los Ángeles
El segundo bastión del mercado minorista en la capital almeriense se encuentra ya en obras de reforma, después de una larga espera y de la pérdida de la subvención europea para sufragar los trabajos. El Mercado de Los Ángeles, muy popular por la calidad de los productos y sus precios, afronta una etapa de ocho meses de trabajos, como plazo máximo, sin que los vendedores cierren sus puestos a la clientela.
Comienza así la cuenta atrás para renovar las estructuras del edificio y solventar los problemas históricos que viene arrastrando, como las goteras, la presencia de palomas, el calor en su interior o también los fallos en el suministro eléctrico que obligaba hace unos meses a los comerciantes a colocar proyectores en los mostradores.
Solventados los baches con los que se ha ido topando el Ayuntamiento de Almería –entre ellos, una primera licitación de obras sin ofertas que atrasó los plazos–, el Consistorio ha podido volcar 1.035.000 euros de inversión, que asume a pulmón, e iniciar los trabajos una vez finalizada la Semana Santa de acuerdo con los vendedores y la empresa adjudicataria, Instalaciones y Construcciones Almería.
Según explicaba la concejal de Obras Públicas, Sacramento Sánchez, el plan de trabajos permite “acompasar, en la medida de lo posible, el desarrollo de la obra con el de la propia actividad del Mercado”, el cual seguirá durante el proceso “sin tener que acomodar a los vendedores en otro lugar para que conserven sus clientes”. Las obras han sido dividas en fases y los primeros puestos afectados se han concentrado en una mitad del edificio, mientras se reforma la otra parte. El grueso de los trabajos, además, se llevará a cabo por las tardes en aras de entorpecer los menos posible la actividad comercial.
Mejora energética y placas solares en la cubierta
Las obras contempladas consisten principalmente en sustitución de la cubierta, restauración de sus lucernarios que permitan la ventilación natural del edificio, escalera de acceso a cubierta para mantenimiento del edificio, mejora energética de la envolvente del edificio, reconfiguración de entradas al edificio, tratamiento de huecos en fachada, sustitución de la instalación de iluminación, sustitución de la instalación de electricidad, instalación de planta fotovoltaica en cubierta, instalación de iluminación de emergencia y mejora de la instalación contraindicante, mejora de la urbanización y entorno del edificio, mejoras en la instalación de saneamiento y agua, y actuaciones de remodelación, conservación y mantenimiento de espacios comunes y oficinas.
La reforma integral, que también se extiende al entorno, beneficiará no solo a los 86 puestos de venta –prácticamente todos en funcionamiento–, sino también a los usarios de la pequeña biblioteca que alberga el edificio y a la Asociación de Vecinos La Palmera.
Con 40 años de actividad, el Mercado de Los Ángeles sólo se ha tocado en una ocasión y de eso hace ya dos décadas. Aquella reforma sirvió para darle un nuevo impulso, pero aquellas reparaciones, con el paso del tiempo, perdieron su efecto, necesitando este centro de fuertes inversiones que llevaron al Ayuntamiento a solicitar ayudas de los fondos europeos de recuperación.
Concedidos –aunque luego perdidos–, se pudo contratar el proyecto, adjudicado al arquitecto Luis Castillo, quien realizó un diagnóstico del estado actual del Mercado. En el mismo se aprecia que los cerramientos de ladrillo cuenta con huecos para su ventilación, si bien permiten la entrada de palomas e insectos, que también se cuelan por los falsos techos.
“Actualmente –se explica en el proyecto de actuación– la cubierta está muy deteriorada, la chapa de acero galvanizada que la cubre está oxidada y perforada, y el sellado de silicona, que ciega los lucernarios, ha degenerado producto del paso del tiempo y de los agentes climáticos. Es de suponer que el objetivo de cerrar los lucernarios era evitar filtraciones de agua en el interior del edificio”.
No obstante, el deterioro de la cubierta y de la envolvente de los lucernarios sigue ocasionando filtraciones, mientras que el falso techo, se ha convertido en refugio de palomas que anidan en su interior y se desplazan con libertad por el edificio. Otras deficiencias detectadas, ya fuera del edificio, son los pavimentos y escasa iluminación.
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