Todo el mundo debería saber primeros auxilios
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En cualquier momento podemos presenciar un accidente u otra circunstancia donde podríamos salvar la vida de una persona si supiéramos primeros auxilios. Desde tratar una lesión a otro tipo de daños más graves, la primera atención puede ser crucial para la salud o incluso la vida de alguien.
Ahora bien, para poder prestar este tipo de ayuda hay que tener una serie de conocimientos específicos. Dichos conocimientos se adquieren por medio de un curso primeros auxilios donde aprender a reaccionar ante un atragantamiento o asfixia; fracturas; heridas o quemaduras; desmayos; hemorragias y varios traumatismos.
¿Por qué deberías hacer un curso de primeros auxilios?
En primer lugar, porque podrías salvar una vida, ya sea de un familiar, amigo, conocido o cualquier persona que se encuentre en una situación de riesgo para su salud. Cabe destacar que, si no tienes tiempo para acudir a un centro a realizar el curso, también puedes hacer un curso primeros auxilios online con la misma validez y eficacia.
El objetivo prioritario de los primeros auxilios es aliviar el dolor de la víctima, pero también evitar complicaciones mayores. Ante una situación de accidente de tráfico, catástrofe natural, quemaduras, hemorragias, alergias, fracturas, etc., un curso de primeros auxilios te capacita para actuar correctamente.
Por otro lado, además de poder actuar con rapidez y ayudar a cualquier persona que esté sufriendo una situación de peligro para su salud, en los cursos también se aprende a afrontar cualquier situación de emergencia con calma. Algo de incalculable valor si hablamos de ayudar a niños o personas mayores.
Estos dos colectivos son los más proclives a sufrir accidentes durante la vida cotidiana, ya sea en casa o en la calle. Tener conocimientos de primeros auxilios es la clave para saber actuar y evitar daños mayores. Además, dichos conocimientos también fomentan el cuidado personal de la salud.
Requisitos para prestar primeros auxilios
La rapidez es crucial en muchas de las situaciones que requieren primeros auxilios, pero también los conocimientos claros. Por ello, es recomendable reciclarse cada cierto tiempo para recordar los puntos básicos y poder actuar de forma precisa y eficaz. Dicho esto, ante una emergencia, en caso de duda, mejor no actuar y llamar a emergencias.
Los requisitos para poder prestar ayuda de primeros auxilios son: Tener los conocimientos necesarios por haber hecho un curso; mantener la calma y saber actuar de forma rápida y segura ante cualquier emergencia. Sin los conocimientos básicos o la templanza para actuar, es mejor no tocar la víctima y esperar a los servicios de emergencia.
¿Cómo ayudar a una víctima de accidente u otra situación de peligro?
Los tres pilares sobre los que descansan los primeros auxilios son: Proteger, Alertar y Socorrer. Es un orden que hay que seguir en todos los casos ante cualquier situación de emergencia. No importa que haya una o varias personas implicadas, primero hay que proteger, después avisar o alertar a los profesionales y a continuación socorrer a las víctimas.
- Proteger a las víctimas. La protección de las víctimas consiste en hacer la zona segura para evitar más daños o lesiones. Esto incluye a quien está prestando los primeros auxilios.
- Alertar de lo ocurridoa los servicios de emergencia. Puede que se necesite avisar a los sanitarios o emergencias, a los bomberos; o a los cuerpos de salvamento o seguridad ciudadana; o incluso a varios de estos profesionales.
- Socorrer. Llevar a cabo las maniobras o técnicas aprendidas en el curso para ayudar a la víctima hasta que lleguen los profesionales. En este punto, es muy importante el apoyo psicológico para tranquilizar a las personas involucradas.
Tipos de emergencias que se pueden atender
Durante el curso de primeros auxilios se aprenderá a tratar cada emergencia con una técnica adecuada. No es lo mismo una hemorragia que una quemadura. Cada situación requiere de una acción concreta. De ahí la importancia de tener conocimientos de primeros auxilios. A continuación, se resumen algunas de las técnicas más comunes:
- Hemorragias: Para detener una hemorragia se ha de presionar la herida con una gasa o trapo limpio. La fuerza de la presión será directamente proporcional a la cantidad de sangrado.
- Desmayos: Lo primero es verificar que la persona sigue respirando. Después hay que llevarla a un lugar ventilado, aflojarle la ropa y levantarle las piernas, siempre y cuando no tenga heridas en la cabeza, el tórax o las propias piernas.
- Convulsiones: Ante convulsiones, hay que voltear la cabeza de la persona hacia la derecha o la izquierda para prevenir ahogos.
- Atragantamiento: En estos casos hay que aplicar la maniobra de Heimlich.
- Quemaduras: Si no hay ampollas, hay que lavar la herida con agua. En caso contrario, se cubre con una gasa o un trapo limpio.
- Fracturas: En estos casos hay que inmovilizar la fractura con tablas o tiras de tela si fuera posible.
Un curso de primeros auxilios te capacita para actuar de manera correcta ante cualquier situación de emergencia donde haya personas heridas o que su salud corra peligro.
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