Fuga de cargos en Almería
  • El partido sufre una profunda descomposición en la provincia con las deserciones de una quincena de ediles y alcaldes. En Garrucha y Huércal-Overa hay dos actas que nadie coge

El ocaso de Ciudadanos

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El ocaso de Ciudadanos

Escrito por

· Iván Gómez

Redactor Jefe

Ciudadanos está sufriendo en los últimos dos años un imparable proceso de descomposición interna, tras el batacazo en las generales de noviembre de 2019 con el que se inició una profunda reestructuración del partido propiciada por la dimisión de Albert Rivera, que ha venido generando permanentes oleadas de bajas y deserciones por todo el país sin que la dirección nacional ni las ejecutivas provinciales sean capaces de calcular hasta dónde puede llegar el impacto de esta crisis. En Almería este hundimiento generalizado de las siglas todavía no ha tenido una constatación en las urnas, si bien el desgaste electoral se antoja elevado teniendo en cuenta que ya han sido una quincena los concejales y alcaldes y cientos de afiliados los que han renunciado a seguir en este proyecto político fundado en 2006 en Barcelona.

En lo que va de legislatura Ciudadanos se ha convertido en la formación más castigada por el transfuguismo en la historia de la democracia en Almería, un cambio abrupto de escenario para el que no tenían planes de contingencia. La sensación de fin de ciclo se ha extendido por las agrupaciones de la treintena de localidades en las que presentaron candidaturas y la mayoría de los cabeza de lista de hace tres años no repetirán en las próximas municipales. Cs logró 48 concejales en los comicios locales de mayo de 2019 con 20.109 votos, casi un 7% del electorado almeriense, siendo la formación emergente con mayor respaldo porque Vox se quedó en 22 ediles con casi los mismos sufragios.

La dimisión más reciente ha sido la de Pepe Montoya en Roquetas La dimisión más reciente ha sido la de Pepe Montoya en Roquetas

La dimisión más reciente ha sido la de Pepe Montoya en Roquetas

Entonces tenían mucho que ganar y poco que perder, siendo una fuerza clave del ecosistema electoral para incomodar al tradicional bipartidismo. Hoy ocurre exactamente lo contrario. Tienen mucho que perder y poco que ganar porque el mercadeo de escaños y pactos para no caer en la irrelevancia política los ha convertido en sostén del bipartidismo que querían derribar. Han ido perdiendo aquella ola de energía social colectiva que brotó del magma de indignación social y los elevó sin miramiento para después ir cayendo sin posibilidad de reinventarse políticamente ni de sacar ningún rédito de una fuga permanente de cargos y afiliados. Las deserciones responden al declive del proyecto a nivel nacional, pero sin salir de Almería existen otros condicionantes que han venido causando estragos en la organización. Por un lado la contenciosidad interna que es ya insalvable en determinadas agrupaciones de la provincia, al generarse antipatías irreflexivas y peleas intestinas en localidades donde se embarcaron extraños compañeros de viaje.

Y, por otro lado, la falta de filtro y cribado de las candidaturas de una formación que quería crecer a toda costa. Con el riesgo del todo vale, entraron en sus listas hombres y mujeres sin ningún tipo de vinculación con la ideología e incluso en contradicción con sus principios. Llegaron de PP, PSOE y partidos independientes atraídos por la posibilidad de obtener acta integrándose en unas siglas al alza. En Pulpí, por ejemplo, se propició un fallido desembarco de un 90% de vecinos de Lorca encabezados por Salvador Giménez que presentaron candidatura in extremis, el último día casi a las doce de la noche.

David Franco relevó a Bernardo Simón en Cs Garrucha para después tomar el mismo camino

Tras la lógica debacle en las urnas, se disolvió una agrupación que en su día no se debería haber improvisado de una forma tan nefasta con la anuencia de la entonces secretaria de organización, Eva García, que actualmente es asesora de la presidenta del Parlamento de Andalucía, Marta Bosquet. Otro de los secretarios de Organización de Ciudadanos en la provincia, Pepe Montoya, ha sido precisamente el último en hacer pública su baja alegando que el partido ya no es lo que era. Después de casi tres años de portavoz de Cs en el Ayuntamiento de Roquetas ha decidido pasarse al grupo de los no adscritos como al comienzo de la legislatura hiciera Lourdes García tras su ruptura con los otros dos concejales del partido, Antonio Jiménez y el propio Pepe Montoya. Su decisión, según ha indicado el exconcejal de Cs, está motivada por el fracaso de la meta de Ciudadanos con su llegada a la política, así como las intenciones de concurrir conjuntamente con el PP en las próximas andaluzas.

Una postura que es poco creíble en el seno de la dirección provincial que ven otros intereses en la deserción de un concejal que ya ha anunciado su intención de crear un nuevo partido. Otros han dado el salto al PP o a Vox aprovechando un tirón que Cs ya no tiene. Se junta el hambre de los que quieren prosperar en política con las ganas de comer de esta formación en retroceso que perderá muchas nóminas en los próximos meses. Su principal bastión institucional, más allá de su presencia en los ayuntamientos, son los consejeros y delegados que podría perder en el futuro gobierno andaluz. El coordinador provincial de Cs en Almería, Rafael Burgos, ha reclamado a Montoya, al igual que ha venido haciendo con la quincena de dimisionarios que entregue su acta tras la renuncia al partido que hizo posible que la consiguieran por coherencia personal y respeto a los principios, así como en cumplimiento de lo establecido en el artículo 10.3 de los Estatutos y del compromiso asumido en su Carta Ética y Financiera de dejar el escaño si causan baja por cualquier motivo.

José Juan Martínez renunció a las siglas de Cs y no tendrá que alternar la Alcaldía de Tíjola con el PP José Juan Martínez renunció a las siglas de Cs y no tendrá que alternar la Alcaldía de Tíjola con el PP

José Juan Martínez renunció a las siglas de Cs y no tendrá que alternar la Alcaldía de Tíjola con el PP

La dirección actual tiene claro que las puertas están abiertas al que no quiera ya pertenecer -y también para el que se quiera incorporar-, pero no asumen el error de cálculo en los fichajes cuando algunas voces internas ya pronosticaban en 2019 que la mitad de candidatos no llegarían al final de la legislatura. Tíjola es uno de los casos más llamativos porque han perdido al alcalde y dos concejales. El regidor José Juan Martínez y los ediles María Isabel Tapia y Juan Luis Galera dejaron de pertenecer a Ciudadanos el 13 de mayo del pasado año justificando su marcha en la “inoperancia” de la ejecutiva provincial que hacía peligrar la gobernabilidad de la localidad. En un comunicado criticaban el cambio de rumbo de la formación tras la reestructuración porque, a su juicio, “olvidaron sus orígenes y principios”, además de abandonar a sus concejales y, en definitiva, al municipalismo. Un paso a los no adscritos que ha supuesto que mantengan la Alcaldía que se iba a alternar con el PP al que posiblemente se integren en los próximos comicios.

En Huércal Overa, sin embargo, ha dimitido recientemente la junta directiva de la Agrupación de Cs, dándose de baja como afiliados, por el apoyo al gobierno popular de la localidad y la falta de cohesión interna y la limitación en el ejercicio de sus funciones por la injerencia del provincial. “Entre dignidad y corrupción, elegimos dignidad, seguiremos defendiendo el centro, la regeneración y la libertad, pero ya no en Ciudadanos”, argumentaba la excoordinadora Juana Montagut. En junio de 2020 el partido ya había expulsado al concejal José López por su decisión unilateral de firmar una moción de censura contra la alianza PSOE-Cs, lo que le permitió seguir en el equipo de gobierno al que después renunciaría.

En Huércal-Overa se ha nombrado una nueva junta directiva al dimitir al completo la anterior

El que fuera alcalde de Huércal Overa y fundador de la agrupación de Cs, Diego Ortega, también ha dimitido de su cargo como miembro del Consejo General de Ciudadanos -máximo órgano a nivel nacional- y se ha mostrado muy crítico con las decisiones de la ejecutiva provincial. De hecho, a su hijo le corresponde un acta de concejal que ha quedado libre en el consistorio, tras la marcha de José López, y todo apunta a que seguirá sin asignar. Es una de las agrupaciones más numerosas de la provincia con la de Roquetas y las dos han sufrido una profunda herida que se está gangrenando.

Otro concejal díscolo que se ha pasado al grupo de los no adscritos es Juan Luis Navarro en el Ayuntamiento de Benahadux, manteniendo su acta y responsabilidades en un gobierno tripartito con el PP y una agrupación de electores. La baja de Navarro, en julio de 2021, podría estar relacionada con su incorporación a la candidatura de Vox en las próximas elecciones. Y en Huércal de Almería fue expulsada la concejala Almudena Serrano a principios de 2020 por integrarse en el equipo del alcalde popular Ismael Torres. Se convirtió en el primer municipio del país en el que se formaba un gobierno a tres bandas con PP, Vox y Cs, un posicionamiento que la formación liberal frenó con el cese de la que fuera su candidata.

José López fue expulsado de Cs en Huércal-Overa por quitar la Alcaldía al PSOE José López fue expulsado de Cs en Huércal-Overa por quitar la Alcaldía al PSOE

José López fue expulsado de Cs en Huércal-Overa por quitar la Alcaldía al PSOE

También se han marchado de Ciudadanos el único concejal de Dalías, Antonio García, que dejará su acta a María de Ambrox, Martín Mena en el Ayuntamiento de Zurgena, José Mateo en el de Gérgal (tras sufrir el incumplimiento de relevo en Alcaldía con Miguel Guijarro) y los dos ediles que consiguieron representación en Lucainena de las Torres: José Miguel Torrecillas y José Juan Marín. Garrucha es uno de los símbolos más evidentes de los vaivenes y capacidad autodestrucción reciente del partido que lideró Albert Rivera porque renunció el candidato Bernardo Simón y después también lo ha hecho el concejal que había cogido el relevo, David Franco, empresario hotelero que durante la campaña de las municipales saltó a primera plana en los medios nacionales por un ‘selfie’ prácticamente desnudo con el único revestimiento del emoticono de una naranja recordando aquella campaña de Rivera en las elecciones catalanas de 2006.

Otro de los casos más significativos es el de Indalecio Modesto, que en la anterior legislatura posibilitó un pacto de gobierno con el PSOE, porque se abrió expediente para su expulsión y finalmente fue readmitido. En la legislatura actual no consiguió representación y se ha sentido maltratado por unas siglas a las que ya ha renunciado. La ausencia de un liderazgo claro en la provincia, a pesar de contar con uno de sus representantes al frente del Parlamento de Andalucía, también está influyendo en la deriva como partido a nivel orgánico. De hecho, Marta Bosquet perdió las elecciones internas de marzo de 2020 en las que se eligieron los delegados para el congreso nacional en el que Inés Arrimadas tomó las riendas de Ciudadanos. Su lista de compromisarios perdió frente a la de los críticos encabezada por el actual secretario de Organización y concejal en El Ejido, Rafael Bretones. Poco después daría el relevo en la coordinación provincial a Rafael Burgos que tiene por delante el difícil reto de frenar el goteo permanente de bajas.

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