Almería

‘Hasta otra’, pasarela de Almería

  •  Las obras del soterramiento acaban con el puente elevado de Renfe sobre carretera de Sierra Alhamilla, que será sustituido por otra estructura a una distancia media entre la estación y la avenida del Mediterráneo

Demolición de la pasarela peatonal sobre las vías del tren en Almería.

El efecto de las obras del soterramiento, en su vertiente urbanística, tienen ya su primer impacto sobre el paisaje de la ciudad, ya que desde este lunes los trabajadores de la empresa contratada por Adif operan en la demolición de la simbólica pasarela de Renfe que, durante cuatro décadas, ha servido de enlace entre el centro y los barrios de El Tagarete, Ciudad Jardín, 500 Viviendas y, por último, El Zapillo.

Tras la retirada de las primeras vías, la ejecución de la segunda fase del proyecto de integración de las vías del ferrocarril en la ciudad se han concentrado en esta pasarela, cerrada desde primera hora de la mañana a la circulación peatonal, ya que se encuentra en el espacio donde Adif ha previsto crear la estación provisional de autobuses, desde donde partirán los vehículos lanzadera para llevar a los viajeros del tren hasta la estación de Huércal de Almería, que se encuentra también en periodo de adaptación al objeto de absorber el tráfico ferroviario durante los tres años que durarán las obras.

Obras en la playa de vías de la antigua estación para acomodar la provisional con autobuses lanzadera a Huércal Obras en la playa de vías de la antigua estación para acomodar la provisional con autobuses lanzadera a Huércal

Obras en la playa de vías de la antigua estación para acomodar la provisional con autobuses lanzadera a Huércal / Javier Alonso

El ruido de la maquinaria empleada ha hecho, desde luego, notorio –más si cabe que el propio vallado perimetral y los carteles informativos instalados–, que pasarela tiene los días contados. Dice adiós, si bien no supone impedimento alguno de comunicación entre la zona centro y los barrios citados, ya que la misma fue salvada en su momento por la creación del parque de la Estación.

Es más su simbología y cierto sentimentalismo por parte de aquellos que desde su inauguración, en marzo de 1984, han venido cruzando este puente para acortar distancias entre ‘una punta y otra de la ciudad’, separada por las vías del tren. Pero, cuando fue proyectada, era un elemento esencial para la rutina diaria de la capital.

Como recordaba el periodista José Manuel Bretones en un artículo publicado en este periódico, “o saltabas los trenes o dabas un rodeo inmisericorde hasta el puente de piedra de Las Almadrabillas y retomabas el camino por la carretera de Sierra Alhamilla”. La pasarela, recapitula, fue ideada en la postguerra, proyectada con el franquismo, presupuestada cuando gobernaba UCD y ejecutada e inaugurada cuando Felipe González llevaba año y medio en La Moncloa.

Costó 26,5 millones de las extintas pesetas para las arcas municipales, de las cuales también salieron, ya en tiempos recientes, la remodelación llevada a cabo en el año 2018, dentro del proyecto de la avenida de Sierra Alhamilla, optando el Ayuntamiento por mantener esta estructura a pesar del cercano y nuevo parque de Renfe y de los compromisos existentes para abordar el soterramiento de las vías del tren, cuyo proyecto contempla un nuevo vial y una pasarela sustituta, si bien algo más retirada a la actual, a una distancia media entre la estación del AVE y el futuro paso sobre el final del soterramiento, junto a la avenida del Mediterráneo.

Maqueta virtual de la nueva pasarela Maqueta virtual de la nueva pasarela

Maqueta virtual de la nueva pasarela

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