Peatones en peligro: diez atropellos mortales en lo que va de año en Almería

Una mujer, de 74 años de edad, fallecía este martes en el hospital universitario de Torrecárdenas al que había sido trasladada para recibir asistencia sanitaria el día antes tras ser atropellada a mediodía por un turismo en la vía de servicio de la avenida del Mediterráneo de Almería, en el tramo final próximo al paseo marítimo. El conductor, de 86 años, dio negativo en las pruebas de alcoholemia practicadas y la investigación policial plantea en su hipótesis inicial, en base al testimonio de un testigo, que la víctima estaba cruzando de manera adecuada por un paso de peatones cuando tenía el semáforo en ciclo verde.

Es la décima muerte por atropello en lo que va de año, con siete fallecidos en siniestros registrados en carreteras y los tres restantes en cascos urbanos, según los datos que ha facilitado a este periódico la Jefatura Provincial de Tráfico de Almería. Diez atropellos mortales en los últimos diez meses, diez calles y puntos kilométricos sembrados de flores y tristeza eterna, diez vidas sesgadas por una tragedia que se podía haber evitado y que dejará graves secuelas de por vida a los seres queridos de los que ya nunca volverán. La trágica cifra aún sigue por debajo de uno de los registros más negativos de la última década, los 11 peatones fallecidos en accidentes en 2024 y 2019, pero se aproxima peligrosamente en la estadística teniendo en cuenta que todavía quedan más de dos meses para acabar el año.

Este nuevo atropello mortal es un recordatorio del riesgo creciente que afrontan los viandantes en vías urbanas y en las carreteras convencionales de la red provincial. Los 11 siniestros en los que perdieron la vida peatones del pasado año situaron a Almería como la provincia con mayor mortalidad de Andalucía. Desde el año 2006 sólo se han superado las diez muertes por atropello de transeúntes en los años 2019, 2024 y en el actual. Más de una treintena de peatones fallecidos en el último lustro, superando el medio centenar durante la década comprendida entre 2015 y 2025.

Entre el 1 de enero y el 31 de diciembre de 2024 fueron 11 las personas arrolladas mortalmente por todo tipo de vehículos frente a las cuatro del ejercicio anterior, lo que supuso un incremento interanual del 175% -casi se multiplica por 3-. En 2022 y 2021 fueron 7 y 3 en 2020. En los años anteriores presenta oscilaciones que van desde los 2 de 2017 a 3 en 2015, 4 en 2013 y 6 en 2011. En lo que va de siglo, la cifra de fallecidos atropellados en la red de carreteras y núcleos urbanos de la provincia ha estado por debajo de la decena en todos los ejercicios con las excepciones de los años 2001 (14), 2002 (11), 2004 (14), 2005 (16), 2006 (16), 2019 (11) y 2024 (11).

En la antesala de la entrada en vigor del permiso por puntos en verano de 2006 se registraron las peores cifras de fallecidos en los atropellos cuando se superó la quincena de muertes en 2004 y 2005 que contrasta con las apenas dos o tres de 2015 y 2017. En los últimos años se han adoptado una serie de medidas para reducir este tipo de siniestros como definir los itinerarios seguros en ciudades y limitar a 30 kilómetros por hora la velocidad en las calles con un solo carril por sentido de circulación.

El riesgo creciente de los 'smombies'

La generalización y expansión de los teléfonos móviles inteligentes en la provincia se ha convertido en un factor de riesgo creciente para la circulación. Los peatones tecnológicos o 'smombies', nueva figura que surge de la comunión de smartphone y zombies, se han multiplicado en el país con mayor penetración del teléfono móvil de la Unión Europea, y se encuentran en cualquier calle o carretera de pueblos y ciudades.

Caminando encorvados mirando la pantalla y wasapeando o directamente con una conversación, a veces con los auriculares, tienen un 40% más de posibilidades de ser víctimas de un accidente y están detrás, según los últimos estudios de Fundación Mapfre, del 98% de los siniestros mortales en los que el responsable no está al volante. No hay estadística oficial que contemple de momento este tipo de siniestro y lo pueda clasificar, pero todos los estudios sobre la expansión de la telefonía indican a su incidencia en la siniestralidad en las carreteras. El móvil se ha convertido en una herramienta cotidiana, inseparable, para la mayoría de almerienses y su uso implica, como también ocurre con los conductores, que pierdan una información imprescindible de su entorno (señalización, semáforos, pasos de cebra...).

Dos millones de euros cada muerte

Un estudio de actualización del valor de prevenir una muerte y una lesión no mortal de la Universidad de Murcia, en colaboración con la empresa Sigma Dos parar realizar las encuestas, ha determinado que cada persona que fallece tiene un coste de dos millones de euros. El informe establece que 1,9 millones es el valor estimado para una vida estadística, cifra a la que se añaden los costes de la producción neta perdida a consecuencia de la mortalidad prematura, así como costes médicos y de los servicios de emergencia. La estimación es un 46% superior a la que se había fijado en un estudio anterior de 2011 (1,3). Cuando sobreviven al accidente, el informe sobre el coste de los siniestros de tráfico establece que 354.630 euros es el valor monetario de cada víctima con lesiones graves y en 7.886 de los heridos leves. “Esta evaluación es indispensable para una eficiente asignación de recursos públicos y el gasto en medidas de seguridad vial efectivas, es una inversión con un elevado nivel de retorno social y económico”, argumenta Álvaro Gómez, director del Observatorio Nacional de Seguridad Vial de la Dirección General de Tráfico.