Los pediatras comienzan a dar cita a los bebés para la vacuna de la bronquiolitis

Salud

Más de 7.400 dosis llegarán a los centros de salud para iniciar la campaña de vacunación el próximo día 25 de septiembre

Un facultativo durante la exploración a un menor que acudió a la consulta con síntomas de bronquiolitis.

Los centros de salud de la provincia de Almería recibirán más de 7.400 dosis de vacunas contra la bronquiolitis en los próximos días para blindar la salud de los bebés menores de dos años. La campaña de vacunación comenzará el próximo día 25 de septiembre y los pediatras ya han comenzado a dar información y citas a las familias sobre este proceso que está altamente indicado por los profesionales sanitarios por ser una vacuna muy eficaz y segura.

Los lactantes que recibirán la dosis única de nirsevimab durante la campaña otoño-invierno de 2023-2024 en Andalucía son los menores de 6 meses, además de los menores de un año con antecedentes de prematuridad de menos de 35 semanas de gestación, y también los menores de dos años con alguna de las siguientes condiciones de alto riesgo: Cardiopatías congénitas con afectación hemodinámica significativa cianosantes o no cianosantes; Displasia broncopulmonar; Inmunodepresión grave como por ejemplo enfermedades oncohematológicas, inmunodeficiencias primarias sobre todo combinadas y agammaglobulinemia congénita, tratamiento con inmunosupresores de forma continuada; errores congénitos del metabolismo; enfermedades neuromusculares; enfermedades pulmonares graves; síndromes genéticos con problemas respiratorios relevantes; Síndrome de Down; Fibrosis quística o que estén en cuidados paliativos.

¿Cómo se puede prevenir esta enfermedad?

Según advierten los profesionales sanitarios, el virus respiratorio sincitial (VRS) es muy contagioso. Se transmite a través de la saliva y de la mucosidad de las personas infectadas: En los aerosoles o gotitas que se producen al respirar, toser, estornudar…; al tocar superficies u objetos en los que el VRS puede quedarse durante horas (chupetes, juguetes…) y tocar posteriormente la boca, la nariz o los ojos. Así, las principales medidas habituales que se emplean para disminuir el riesgo de contagio del virus son: Emplear pañuelos de papel desechables; lavado de manos frecuente; no llevar a los niños a la guardería mientras estén enfermos; evitar que los adultos con infecciones respiratorias se acerquen al niño, aunque sea un catarro leve; evitar el humo del tabaco y los ambientes muy concurridos. Además, advierten que la lactancia materna ayuda a proteger de las infecciones por virus, como la bronquiolitis. Actualmente no había una vacuna disponible para prevenir la bronquiolitis pero el empleo de anticuerpos monoclonales frente a VRS desde hace más de 20 años ha demostrado que puede prevenirla. Hasta la campaña de otoño-invierno 2022-2023 se ha empleado el anticuerpo monoclonal palivizumab en lactantes de alto riesgo. Durante la campaña 2023-2024, en Andalucía se va emplear el anticuerpo monoclonal nirsevimab de forma sistemática en menores de 6 meses, y en algunos casos de alto riesgo. Es una vacunación novedosa ya que antes solo se administraba a los pequeños de alto riesgo. Ahora es generalizada oara los menores de 6 meses y con otra diferencia importante, y es que en esta ocasión la dosis será única, frente a los cinco pinchazos que debían recibir anteriormente los menores (los de alto riesgo).

El fármaco se administrará en el hospital o en atención primaria (centro de salud), dependiendo de la indicación que tenga el lactante para recibirlo. Por ejemplo, los lactantes que nazcan a partir del 25 de septiembre recibirán la vacuna antes de recibir el alta de la maternidad en el hospital.

Según recoge la página web de ANDAVAC, el Plan Estratégico de Vacunaciones de la Consejería de Salud y Familias de la Junta de Andalucía - Plan de Vacunaciones de Andalucía, “en todos los casos en los que esté indicada la administración de nirsevimab, es suficiente con la administración de una dosis para esta temporada de otoño-invierno 2023-2024”. Según indican desde Distrito Almería, hasta ahora sólo se ponía la vacuna a menores de alto riesgo y eran cinco dosis.

Para coger la cita para la vacuna, serán los propios centros sanitarios los que se pondrán en contacto con la población para fijar un día y una hora para la inoculación de la dosis a los menores. La campaña de prevención de la bronquiolitis por el virus respiratorio sincitial (VRS) está coordinada desde la Dirección General de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica (DGSPyOF) y el Servicio Andaluz de Salud (SAS).

Inflamación de los bronquios que dificulta la respiración

La bronquiolitis es la inflamación de las ramas más finas de los bronquios, que produce obstrucción y dificultad para respirar en los lactantes. Se trata de una patología que es más frecuente en los niños más pequeños (menores de 2 años), especialmente en los menores de 6 meses. Es bastante frecuente sobre todo en el primer año de vida, de tal forma que finalmente la pasan la gran mayoría de los lactantes, aunque con diferentes grados de afectación. Se sabe que uno de cada 50 niños y niñas acaban ingresando en el hospital por una bronquiolitis en algún momento del primer año de vida. El otoño-invierno pasado, las cifras de niños afectados por este virus se disparó en la provincia al igual que en el resto de España.

Fue el pasado mes de noviembre cuando se registró en la provincia de Almería, al igual que en el resto de España, una explosión de casos de bronquiolitis y de gripe en la población infantil, con un incremento importante de ingresos hospitalarios de los que buena parte de ellos se realizó la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI). Según datos facilitados por Salud en su momento, sólo en el Hospital Materno Infantil de Almería, hospital de referencia para la provincia, llegaron a estar ingresados en planta más de 40 pacientes menores a la vez y otros 7 en la UCI.

En este tiempo, llegaron a faltar en las farmacias almerienses y del resto de España medicamentos tan habituales como el Ventolin, que se utiliza en el tratamiento del espasmo bronquial grave (cierre de conductos de aire en los pulmones) asociado a las crisis asmáticas y en otros procesos asociados a la obstrucción reversible de las vías respiratorias; así como otras medicinas habituales de prevención como el Montelukast, para el que llegó a haber incluso lista de espera en las boticas de toda la provincia.

Puede provocar complicaciones graves y el paciente necesitar ingreso

La causa habitual es la infección por uno o varios virus. El virus que mas frecuentemente produce las bronquiolitis es el virus respiratorio sincitial (más conocido por sus siglas, VRS), que en España es más común durante los meses fríos (noviembre-marzo). Se sabe que el 60-70% de los casos de bronquiolitis se deben a este virus. Existen otros virus que también pueden producir bronquiolitis, como rinovirus, metaneumovirus, adenovirus, bocavirus, y otros. La mayoría de las bronquiolitis son leves y cursan como un catarro o resfriado que se resuelve en pocos días. Otras veces, cuando el niño lleva 3-4 días con mocos y tos, comienza con dificultad para respirar y “pitos” en el pecho. También puede tener febrícula o fiebre, menos apetito, vómitos con mucosidad o dificultad para comer. La bronquiolitis puede ser una enfermedad grave en prematuros, en lactantes menores de 3 meses y en niños con problemas cardíacos, respiratorios, musculares o del sistema inmune (alteración en las defensas). Normalmente el diagnóstico es clínico, es decir, se diagnostica reconociendo los síntomas y signos del paciente, sin que sea necesaria la realización de pruebas como análisis de sangre, de mocos o radiografía de tórax. Estas pruebas complementarias y otras solo están indicadas si se sospecha que se ha producido una complicación, normalmente durante el ingreso en el hospital. Afortunadamente, la mayoría de los niños y niñas que tienen bronquiolitis no van a tener complicaciones, aunque tengan síntomas molestos durante una semana en la mayoría de los casos. En ocasiones, la bronquiolitis se puede complicar, como por ejemplo: dificultad respiratoria importante, falta de oxígeno, dificultad para poder alimentarse, deshidratación, complicaciones pulmonares (neumonía por bacterias, atelectasias, neumotórax,…), infección por bacterias en la sangre, etc. Estas complicaciones suelen llevar al ingreso en una planta de hospitalización o en la unidad de cuidados intensivos, para, dependiendo de cada caso, poner oxígeno con diferentes técnicas más o menos invasivas, suero por vía intravenoso, antibióticos, alimentación por sonda nasogástrica, etc.

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