Si en 2018 la 12H Trackman Cycling fue puntuable para la Copa de España de Ultrafondo, la fenomenal edición celebrada en el apacible día de ayer se disputó como Campeonato de España de Ultrafondo 12H, por lo que el Circuito de Tabernas, por primera vez en la historia, dio pistoletazo de salida a un campeonato nacional de ultraciclismo, bajo el nombre GP Costa de Almería. Otro éxito más de la competición, que le hace seguir subiendo de escalafón temporada tras temporada. Normal viendo el ambientazo que hubo en el circuito tabernero y la intensidad y pasión que pusieron los cuatrocientos ciclistas que pedalearon sobre sus bicis las 6 o las 12 horas.

Desde las seis de la mañana que se abrieron las instalaciones para que los equipos ocuparan sus boxes, en el Circuito de Velocidad de Almería ya se respiraba ambiente ciclista. A las ocho y media comenzó la prueba, con un grupo de ciclistas que no tardó en ponerse manos a la obra y realizar las primeras escapadas. Órdenes de equipo, ritmo intenso, cambios a toda velocidad en los paddocks... y un Alberto Pogonosky, director de la Trackman, que estuvo en todo momento atento a todas las necesidades de los participantes.

Hubo representadas más de una veintena de provincias españolas, ya que vinieron hasta tierras almerienses corredores desde lugares como Sevilla, Vizcaya, Mallorca, Jaén, Lleida, Toledo, Burgos, Ciudad Real, Alicante, Valencia, Córdoba, Ávila, Málaga, Castellón, Granada, Murcia, Madrid, Guipúzcoa, Cantabria y, sobre todo, de diferentes puntos de Almería. Además, siempre suele haber presencia de ciclistas internacionales, de nacionalidades distintas como Francia o Inglaterra, entre otras. Por nombrar a dos grandes ciclistas, la bilbaína Ziortza Villa y el valenciano Toni Pont, ambos campeones de España de 2018 de la Copa de España de Ultrafondo, una de cuyas pruebas es esta Trackman Cycling Andalucía Circuit, carrera que volvió a medir el aguante de los corredores más intrépidos.

Por fortuna, la jornada fue muy agradable en lo climatológico. La espesa nubosidad evitó que el sol atizara con fuerza a los ciclistas sobre el pavimento, lo que facilitaba que tuvieran fuerzas cuando la carrera lo requería. Aunque viento sí que hacía, condición que siempre perjudicial para el ciclismo, ayer fue suave y fresco, lo que agradecieron los corredores cuando venía de cara. Todo salió a pedir de boca.