El ascenso de dos equipos andaluces a la Primera División B ha convertido el partido de vuelta de esta semifinal en una auténtica final para Granada B y UD Almería, ya que el equipo que pase esta penúltima eliminatoria, pase lo que pase en la última, se asegura dar el salto de categoría. Con ese deseo viaja la expedición almeriense a tierras granadinas, con el de rematar la faena después del 1-0 logrado en un histórico encuentro en el Mediterráneo hace una semana.

Con esa mínima ventaja y la motivación por las nubes llegan este domingo las chicas de Carlos Hinojo a un choque (12:00) en el que podrían escribir un nuevo capítulo histórico para el fútbol femenino almeriense, en el que se hablaría de un meritorio ascenso a la Segunda División Nacional. Pero aún quedan, como mínimo, noventa minutos por delante, a disputar en terreno ajeno y ante un rival que también tiene como objetivo meterse en esa eliminatoria final que, dadas las circunstancias, se ha convertido ya en un último escalón simbólico.

El plantel rojiblanco es muy consciente de que le espera una vuelta de semifinales más que complicada, pero sus jugadoras saben que también tienen muchísimas opciones de poder hacerla caer de su lado, y no solamente por el resultado que llevan de la ida. La imagen ofrecida el domingo anterior, en el que la UDA generó ocasiones de sobra para incluso dejar prácticamente sentenciado al cuadro nazarí, invita al optimismo. En territorio granadino, sin embargo, no se podrá perdonar como se hizo en el Mediterráneo, porque esta es una final adelantada en la que está en juego la meta de esta campaña.