UD Almería femenino

El golazo de Sonia, que hizo vibrar al Mediterráneo

  • Las telarañas de la portería del fondo sur se deshicieron para que entrara el primer tanto femenino de la historia del estadio

Sonia besa el balón del gol ante el Granada.

Sonia besa el balón del gol ante el Granada. / Javier Alonso

La jugada es digna de verse. Si tienen oportunidad, no duden en pinchar en el enlace web de elalmeria.es para deleitarse con la esquisitez que fabricó la UDA femenina. Un pase en largo a la espalda de la defensa, control y pase al desmarque de Sonia y la de Carboneras que, al primer toque, coloca el balón en la misma escuadra con un sublime chut con el interior del pie. Cuando Messi lo hace, se habla de Dios del fútbol. Lo hizo Sonia... y el Estadio de los Juegos Mediterráneos se vino abajo.

“Tuve un poco de suerte”, dice con timidez y una sonrisa de oreja a oreja de quien todavía no se cree que le saliera tan perfecto el disparo. La delantera rojiblanca, criada futbolísticamente entre Carboneras y Benahadux, se ha destapado en las últimas jornadas del campeonato como una auténtica killer cuando coge el balón cerca del área. No todo en los campos de fútbol es guardiolismo y toque, hay quien tiene el gol entre ceja y ceja y balón que coge, balón que alberga en las mallas del equipo contrario. Eso hizo Sonia “en el que creo que ha sido el mejor gol de mi carrera futbolística”.

“Se me pasaron muchas cosas por la cabeza, pero cuando vi el balón sólo pensaba que no podía fallar a mis compañeras, a la afición, al entrenador... Tenía que meterla y le pegué con todas las ganas, con la intensidad necesaria para que el balón fuera difícil de atrapar por la portera”. Difícil no, imposible. Sólo una reencarnación de Lev Yashin, la mítica Araña Negra de la Unión Soviética, hubiera sido capaz de llegar al ángulo que forman el larguero y el palo derecho. Casillas o Buffon hubieran mirado, como lo hizo la cancerbera granadina.

Piña en el centro del campo del Estadio de los Juegos Mediterráneos, donde tantos goles importantes ha marcado la Unión Deportiva Almería, pero pocos de esta belleza y de este valor simbólico: es el primero del equipo ‘yé yé’ de esta temporada, el femenino. Abrazos de las compañeras, aplausos de los aficionados y el móvil de Sonia que se petó antes del final del partido. “Me llegaron multitud de mensajes y de felicitaciones, todo el mundo decía que vaya golazo había metido. Lo más importante es que el gol nos da ventaja para jugar la vuelta”, que no será en un escenario tan deseado como lo fue el Mediterráneo para todas: “Es muy emocionante jugar donde el primer equipo, donde se han jugado partidos de Primera y se juegan de Segunda. Al principio teníamos un poco de nervios, no queríamos que se nos quedase grande el estadio y creo que lo hicimos muy bien. Vino mucha gente y nos apoyó mucho”.

"Cuando venía el balón pensaba que no podía fallar y le pegué con muchas ganas”

La historia es fantástica y los recuerdos difícilmente borrables del imaginario colectivo, pero el tinte épico aumentaría si las rojiblancas son capaces de rematar bien la faena ante el filial del Granada y meterse en la final por el ascenso a Segunda División. El resultado es bueno, pero las de Hinojo están obligadas a no relajarse lo más mínimo. “Lo más importante es meter un gol lo antes posible, lo que obligaría al Granada a meternos tres, algo que ningún equipo ha hecho”. Y es que la UDA ha arrasado tanto en el campeonato liguero provincial como en el primero de los partidos de esta promoción.

La experiencia de Carlos Hinojo es un buen valor que sus jugadoras deben de saber explotar en el Estadio de la Juventud granadino mañana domingo. El míster les ha pedido “que estemos muy concentradas, ya no tenemos que demostrar nada a nadie, sólo disfrutar y luchar hasta que pite el árbitro. Vayamos ganando o perdiendo, hay que darlo todo”, dice como si de doctrina futbolística se tratara la joven delantera carbonera.

Sonia celebra el tanto. Sonia celebra el tanto.

Sonia celebra el tanto.

“Dijimos al principio de temporada que queríamos ascender, era precipitado pero mira, ahora estamos a un paso y vamos a luchar por ello. Tenemos el objetivo muy cerca”, se relame la rojiblanca. Realmente está cerca, noventa minutos los que le faltan a las rojiblancas para que la fiesta sea completa. Un paso de gigante, un ochomil que hay que ascender y se puede lograr si el equipo se contagia del descaro y la ilusión de Sonia... y ésta consigue más tantos como el el del domingo: “Me encantaría marcar más goles para ayudar al equipo y sería increíble meter el gol del ascenso”. Ojalá.

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