Volvía a vivirse en el Moisés Ruiz una de esas grandes noches europeas, uno de esos prestigiosos partidos que para Unicaja Almería eran prácticamente rutinarios hace unas temporadas. Siete temporadas después, el indalo vuelve a entrar en escena en Europa y lo hizo con un gran partido ante un competitivo y férreo UVC Holding Graz austríaco.

La motivación era la nota principal del conjunto de Manolo Berenguel desde que saltó a la pista. La Superliga Masculina es un paseo, salvo cuando vienen los duelos directos con la bestia negra, Teruel. Unicaja sabía que ante su gente tenía que dar el primer zarpazo a la eliminatoria, que se decidirá el miércoles próximo en tierras centroeuropeas, y por eso salió dominador.

El ataque, de inicio, funcionó a las mil maravillas. Los trallazos de Kukartsev, los ‘block out’ de Hage y la portentosa muñeca de Almansa, que abre y cierra con una facilidad pasmosa para rematar a raya buscar la diagonal corta, iban decantando el primet set para el conjunto almeriense. Ni una pequeña discusión de los banquillos pudo evitar que la primera manga se cerrara con un 25-22 merecido.

Iba a reaccionar el equipo visitante en el segundo set. El 1-2 fue la primera vez que se puso por delante. Poco a poco, los austríacos iban cerrando el bloqueo y a Unicaja le costaba más atacar. El remate ya no era tan limpio. Pese a ello, no se abrían grandes diferencias en el marcador, se iban cambiando la iniciativa cada pocos puntos. Sin embargo, a partir del décimo punto, los de Manolo Berenguel empezaron a llevarse el ascua a su sardina.

Celebración.

Las dos defensas estaban inconmensurables, como se demostró en el 17-13, pero Unicaja Almería ya ganaba los duelos personales y mandaba en la red. Graz se jugó el todo por el todo en estos momentos, sabía que era el momento clave del partido, pero el conjunto verde no temblaba. De hecho, se crecía. El último ramalazo austríaco sí hizo dudar por segundos a los verdes, que sacaron a relucir el por qué mandan en España para sellar por 25-23 la segunda manga.

El tercer set ya fue un paseo para Unicaja Almería, que vuelve a infundir respeto en Europa. Graz había dejado escapar su oportunidad de hacer pupa y los de Manolo Berenguel ya iban como caballos a por la victoria (13-5). Los visitantes se habían entregado y los verdes lo sabían, tenían el partido en su mano pero ni por ello quisieron levantar el pie del acelerador. La vuelta a competición europea exigía un partido tan bueno y una forma tan demoledora de presentar sus credenciales. Es totalmente imposible saber si Unicaja Almería va a ganar más o va a ganar menos, pero lo cierto es que si se quita los complejos ante Teruel y juega como ayer, pueda dar muchas alegrías que parecían impensables hace unas semanas.

El miércoles de la semana que viene se disputará el partido de vuelta a las 19:00 en Graz

Con el público ya festejando el tercer set, el de la victoria, los verdes se gustaron y jugaron puntos de gran calidad. Al final, el partido se cerró con un error en recepción visitante, una constante de la que Unicaja Almería supo sacar partido. Un 3-0 justo, merecido y que sirve de colchón para la vuelta de la semana que viene en Graz.