Fútbol | Tercera RFEF Femenina

El Almería necesita hacer un apuesta mayor por su femenino

La rojiblanca Rocío Molina pugna por un balón con una rival del Betis B en un partido en casa de este curso

La rojiblanca Rocío Molina pugna por un balón con una rival del Betis B en un partido en casa de este curso / Javier Alonso (Almería)

Era la temporada 2018/19 cuando la UD Almería, todavía bajo el mandato de Alfonso García Gabarrón, por fin decidía crear su sección femenina. El conjunto rojiblanco nacía desde la categoría más baja, partiendo desde la Segunda Andaluza. Seis campañas después, el equipo indálico, con la reestructuración vivida en el fútbol femenino español en los últimos años, tan solo se encuentra una división por encima, como es la actual Tercera RFEF Femenina, por encima de cuando se fundó con Carlos Hinojo, en la actualidad técnico del Poli Almería, como entrenador.

Las rojiblancas militaron el pasado curso en la Segunda RFEF Femenina, tercera categoría del fútbol femenino español, después de que semanas antes de comenzar el curso lograran el ascenso ante la renuncia de otro equipo. Sin embargo, bajo las órdenes de Álvaro García Búrdalo las almerienses no pudieron conseguir la permanencia y eso que llegó a estar en sus manos, pero el más que negativo final de campaña acabó condenando al conjunto indálico.

Una situación que dista en enorme medida en relación la gran mayoría de los otros diecinueve clubes cuyo masculino milita en la ahora denominada LaLiga EA Sports, donde la mitad de ellas tienen a su equipo femenino también en la máxima categoría. De todos aquellos que cuentan con equipo femenino (Mallorca, Las Palmas, Getafe y Celta no lo hacen), tan solo hay dos que no jueguen en una categoría superior a las rojiblancas. Son los casos del Girona, que compite en la Preferente Femenina Catalana, y el Cádiz, que milita en la misma categoría que el Almería femenino.

Sonrojante también es el caso del Rayo Vallecano, que de ser uno de los pioneros entre los clubes profesionales que contaban con equipo femenino y llegando incluso a salir campeón liguero en tres ocasiones ahora milita en la tercera categoría del fútbol español. En tan solo dos temporadas el conjunto franjirrojo ya ha vivido dos descensos, pasando de jugar en la máxima categoría del fútbol femenino español a hacerlo en su tercer escalón, la Segunda RFEF Femenina.

Por su parte, en la categoría de plata, la Primera RFEF, militan los equipos femeninos de Osasuna y del Alavés, que las dos últimas temporadas estuvo en la máxima categoría si bien el pasado curso no pudo lograr la permanencia después de empatar a uno en la última jornada frente al Alhama El Pozo, el otro conjunto que acabó bajando en la Liga F.  Asimismo, dos de los equipos de la Segunda División masculina cuentan con equipo femenino en la máxima categoría como son los casos del Levante y del Eibar.

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