La segunda prueba del Circuito de Carreras Populares de la Diputación de Almería se celebró horas antes de aprobarse el estado de alarma en España, en una semana en la que ha crecido exponencialmente el número de contagiados por el coronavirus y con un cambio de normativa autonómica para endurecer las medidas de seguridad. Ante ello, la organización trató de cumplir a rajatabla con la ley e interpretó que en Rioja debía de correrse con la mascarilla puesta.

Por ello, 10 kilómetros por delante con la nariz y la boca tapadas, para tratar de minimizar la posibilidad de contagios entre corredores y vecinos del Bajo Andarax. La ley es la ley y hay que cumplirla, pero las autoridades políticas también tendrían que estudiar bien si esa falta de oxígeno en la respiración del atleta puede ser peligrosa, puesto que a muchos de los participantes se les veía agobiados y llegaron a meta totalmente exhaustos.

Deportivamente, la carrera ha sido competida y con un nivel más alto que en Abla, puesto que se han animado más deportistas a participar, al cerciorarse que la organización se ha tomado con celo las medidas de seguridad. La victoria fue para Óscar Aymerich en la modalidad masculina y Paula Ramírez en la femenina.

Las autoridades animan a los corredores.

El circuito viaja ahora al levante almeriense si la situación lo permite. Los corredores están poniendo de su parte para mantener a raya al coronavirus.