Carreras populares

Abla, kilómetro 0 de las carreras populares

  • Doscientos corredores vuelven a reunirse y demuestran que la vida corre, si la seguridad se garantiza kilómetro a kilómetro

  • Correr tras el confinamiento

Nueve kilómetros, una tirada no demasiado larga. Agradable para comenzar el domingo con energía, aunque en las cuestas abulenses las pulsaciones suben más de lo normal. Es algo a lo que los corredores de la provincia están acostumbrados, no les produce mayor sofocón realizarlos, pero en la mañana de ayer había un cosquilleo poco habitual en la barriga.

Como una cita. Como un examen. Como una entrevista de trabajo. Esa risa nerviosa de las primeras veces volvía a aparecer. Y es que después de varios meses repitiendo tiradas y series por el mismo recorrido, Abla abrió sus calles a las carreras populares. Ha sido el pistoletazo de salida, el primer paso de los que volverán a ser muchos, siempre que se cumplan las medidas de seguridad y Almería siga concienciada de que con responsabilidad, es capaz de ganarle la batalla al dichoso coronavirus.

Las carreras tal y como las conocíamos han dicho adiós. Quién sabe si temporalmente o de forma definitiva, el tiempo y la ciencia lo dirán. El hola a las nuevas carreras se ha dado en un pequeño pueblo de sierra almeriense, Abla, donde se siguió a rajatabla un protocolo que permitió a los corredores disfrutar y sentirse seguros.

A las nueve de la mañana hacía frío en la Comarca de Nacimiento. El termómetro superaba con dificultad los 10 grados y el sol todavía no era capaz de calentar los cuerpos. A más de uno, pese a ello, le caía alguna gota de sudor por la frente, cuando se acercaban al puesto de organización, donde el termómetro les iba a indicar si podían participar o no. Corredores y organizadores estaban en el baremo estipulado, 36,1 le marcaba al que les escribe, que quiso vivir cómo son las carreras de la pandemia para transmitirles lo que sintió: seguridad, seriedad, responsabilidad y algún que otro soplido final de reto conseguido.

Una de las salidas encapsuladas Una de las salidas encapsuladas

Una de las salidas encapsuladas

El campo de fútbol de Montagón, un reciento abierto y donde el viento hubiese enviado a Sierra Alhamilla a cualquier coronavirus que tratara de convertirse en espectador, sirvió para realizar un pequeño calentamiento, con las mascarillas como elemento fundamental, y donde se habilitaron cajones y parrillas para evitar aglomeraciones en la salida. Grupos de doce para ir saliendo en tandas, con veinte segundos de diferencia entre pistoletazo y pistoletazo. En el suelo, marcas para saber dónde tenías que ponerte en cada momento. Parecía la salida de una carrera de Fórmula 1, las distancias se respetaban con celo. El Gran Premio de Abla comenzaba a las diez de la mañana.

¡Pummmmm! A correr. Medio kilómetro con mascarilla, que verdaderamente provoca que las pulsaciones se disparen más rápido de la normal. El oxígeno no termina de entrar con naturalidad hasta que se pasa el arco en el que te la quitas y te la cuelgas del codo, presta y dispuesta para ser usada nuevamente al llegar a meta. Antes de ello, un recorrido duro para las piernas, pero necesario para la mente. Además, los vecinos de Abla se volcaron, animaron e hicieron disfrutar más si cabe a los corredores.

Equipo de 'Run 04'. Equipo de 'Run 04'.

Equipo de 'Run 04'.

Ahmed Ousliman y Ana Belén Beltrán, que hubieran ganado con mascarilla o hasta con escafandra si les hubieran obligado a llevarla, se subieron a lo más alto del podium. Tras ellos, uno tras otros fueron entrando corredores. De Almería, de Granada, de Murcia, de Alicante, de Málaga... Abla se convirtió en un referente y deja claro que si las cosas se hacen bien, la vida seguirá corriendo.

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