Fiñana tiene garantizada el agua para el consumo humano y el riego en los próximos meses gracias al nivel de almacenamiento que tiene en estos momento la pantaneta. La infraestructura hídrica que abastece al municipio va a sufrir obras de reparación próximamente por parte de la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural, puesto que se detectaron una serie de filtraciones que si bien no necesitan ser selladas con urgencia, sí que deben de ser reparadas cuando la cuota de agua baje hasta el nivel 9 y quede al descubierto el daño para ser reparado.

Por fortuna para los vecinos, ahora mismo la pantaneta tiene un nivel de agua almacenada importante, una cota de entre 11 y 12 metros, lo que obligaría a desaguar para acceder a la fisura. Sin embargo, al no tratarse de una pérdida trascendental, no es conveniente perder agua en estos momento de sequía generalizada en toda España. Como explicaba ayer Rafael Montes, alcalde fiñanero, a Diario de Almería, gracias al nivel de la pantaneta “está garantizado el consumo humano y el riego”, puesto que la infraestructura “está recibiendo” más agua “de la que sale”. Por eso, antes los meses secos que se presentan, se aparcarán durante un tiempo prudencial las obras para optimizar los recursos hídricos de la localidad.

Para evitar especulaciones, el Ayuntamiento de Fiñana colgó en sus redes sociales los informes de la Consejería con respecto a las actuaciones que se van a realizar en la pantaneta. Así, según se desprende del análisis, la infraestructura presenta filtraciones “aparentemente provocadas por una impermeabilización deficiente del techo de la misma combinada con la presencia de rellenos antrópicos sobre la misma que favorecen la acumulación de humedad que acaba entrando en la galería”. Por ello, se precisan trabajos para reducir las filtraciones existentes.

Y las tres propuestas de intervención que desarrollará la Consejería en la instalación serán el desbroce, limpieza y retirada de relleno; la mejora de la impermeabilización (limpieza e impermeabilización con mortero impermeabilizante) y la canalización del agua hacia el cuenco del aliviadero.

De esta forma, una vez que baje la cuota de agua, se procederá a las obras de reparación para optimizar una reserva que abastece tanto al consumo como a la agricultura de la zona.