Lejos de aminorar, las protestas de los agricultores franceses continúan en su espiral de intimidación a los transportistas españoles que reparten sus mercancías por toda Europa. Almería está sufriendo las consecuencias de estos actos, puesto que muchos de los conductores que llevan los camiones cargados de frutas y hortalizas de la provincia a distintos puntos de Europa, están siendo asaltados y su mercancía destrozada.

Así, a lo largo de la semana se han podido ver en las redes sociales vídeos de estos actos vandálicos. Pedro Morales García, Managing Director de J. Carrión, publicada uno en el que se ve cómo un tractor coge la carga del camión y literalmente la destroza con la pala. "¿Es realmente necesario hacer esto para protestar?", se pregunta García.

De igual manera, la Organización internacional del Transporte por Carretera subió otro pequeño vídeo en el que la actitud es mucho más beligerante, también contra un camión de la empresa almeriense J. Carrión. "Se trata de un daño criminal: contra un camión y su conductor inocente, contra el sector del transporte en su conjunto y contra las personas a las que se destinan estos alimentos. Los camioneros tienen cada vez más miedo a ser atacados por #protesters como los matones de este vídeo que atacan a un camión español en Francia", indican desde la organización. 

Además de las imágenes tan desagradables, estas actitudes de los manifestantes franceses están suponiendo graves pérdidas para el sector agroalimentario almeriense. A ese desastre, el gerente de Coexphal le ponía cifras esta semana. “Ahora mismo, el mercado francés supone para Almería unos 500 millones de euros, lo que viene a ser unas 400.000 toneladas. Pero en el conjunto de la exportación nos supone más de 2,7 millones de toneladas, alrededor de unos 500 millones de euros”, por lo que si los bloqueos en las carreteras franceses se mantienen “estamos hablando de unos 75 millones de euros por semana”, decía Luis Miguel Fernández. Un auténtico desaguisado para los productores almerienses en particular y españoles en general, cuyas pérdidas serían millonarias.