Beires vuelve a tener su bar-tienda: "Es donde circula la gente del pueblo"
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En Beires, un municipio de la Alpujarra a los pies de Sierra Nevada, esperan ya con ansia las fiestas de San Roque, que se celebrarán a mediados de agosto. Hasta que la feria comience a llenar el pueblo de vecinos y quienes se marcharon para trabajar en otros puntos de la provincia, la noticia es otra. Ha abierto un bar. Lo que en la capital podría ser un hecho cotidiano, en este municipio de 148 habitantes es un suceso extraordinario, puesto que es el único dedicado plenamente a esta actividad, que combina con el de tienda de viveres básicos. "Estamos centrados en los desayunos y las tapas, más adelante veremos cómo ampliar la carta", cuenta David Lorenzo Martín, el responsable de este negocio, que se inauguró el pasado sábado.
El 'Bar Lorenzo' viene a complementar al hotel rural Entresierras, que también funciona como restaurante y que era, hasta el momento, el único coloso de la hostelería beirense. Por ahora abrirá de nueve de la mañana a cuatro de la tarde y de siete a doce de la noche, un horario que es provisional para el verano. En invierno no sería extraño al 'apagón' de bares por la noche que contaba hace unos días la periodista Macarena González.
En el tiempo que lleva, David ya ha tenido tiempo de medir cuál es su momento de mayor trabajo. No hay sorpresa. "Los fines de semana es cuando más gente hay, la gente vuelve al pueblo para pasar los días libres", explica mientras atiende este negocio. Este negocio hostelero es clave para mantener con vida un pueblo que ha sufrido el mal de la despoblación. Ya solo viven en el lugar una décima parte de personas que hace un siglo. A la alcaldesa del municipio, Carmen González, la llamada de este rotativo le pillaba tomando un café en el negocio, que es propiedad del Consistorio y se alquila a los emprendedores que lo desean. "Lo ha abierto una pareja y esperemos que dure muchos años", sueña durante la conversación.
En el momento de la llamada es jueves, día en el que el médico va al pueblo y los vecinos se acercan a que les eche un vistazo o les recete medicamentos. Se nota el bullicio en las calles. "Está en un sitio estratégico, es por donde circula la gente. Hoy hay doctor y la gente está aquí tomándose un café", explica la regidora. El antiguo 'Pequeña Moncloa', abierto hace años pensando en los vecinos mayores, vive ahora una nueva reencarnación. La última fue en 2022, cuando 'Las hermanas de Níjar' se instalaron en la localidad y revivieron, con ayuda de Diputación, este negocio.
'Las hermanas de Níjar' son también de David, el nuevo responsable, quien dice que el legado familiar pesó. "Lo habían llevado ellas y dije por qué no", asegura. Una solución al edadismo que, a sus 49 años, ya sufre. "Uno tiene una edad y le empiezan a decir en los sitios donde busca trabajo que es mayor", se queja. No tiene demasiada experiencia en la hostelería, apenas trabajó en una empresa tras hacer un curso, pero viene con intención de aprender y quedarse. Él ha trabajado muchos años como chofer de un camión frigorífico, en el que ha recorrido no pocos países. Ahora es el 'salvador' de la economía de Beires, porque "quería venirme aquí y estar cerca de mis padres y mis hermanas". En él descansan las opciones de que este negocio clave para un municipio como este se consolide.
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