Análisis de la Campaña Hortofrutícola de Almería

Menos oferta y precios más elevados: éste es el Informe de la Campaña 2021-22 de Cajamar

  • La entidad almeriense constata la evolución positiva de la comercialización, a pesar de la compleja coyuntura del comercio global y el incremento generalizado de costes

  • Aunque las exportaciones bajan un -4,4%, el valor de las mismas crece un 17,4% hasta el máximo histórico de 3.701,5 millones de euros

  • Lea aquí el informe completo de Cajamar 

Ana Cabrera se dirige al público asistente en la presentación, junto con María del Carmen Galera, Eduardo Baamonde y Roberto García en el estrado.

Ana Cabrera se dirige al público asistente en la presentación, junto con María del Carmen Galera, Eduardo Baamonde y Roberto García en el estrado. / Javier Alonso

Una de las citas analíticas en las fechas próximas a la Navidad es la presentación del Análisis de la Campaña Hortofrutícola que hace Cajamar y ha tenido lugar en la tarde noche de este lunes en el icónico Edifico de las Mariposas de Almería. Tras dos años de acceso restringido por culpa de la COVID-19, el evento ha vuelto a ser abierto al público y más de un centenar de profesionales, técnicos y representantes de la horticultura almeriense se dieron cita, una vez que en un primer momento fue presentado a los medios de comunicación. 

Pese a todas las dificultades del actual contexto socioeconómico mundial, el sector sigue presentado unas cifras envidiables. Y en algunos aspectos, como la exportación, de récord. La guerra de Ucrania, la inflación que azota a todo el planeta y factores meteorológicos como la sequía aprietan, pero la la agroalimentación almeriense responde, además de con mucho trabajo, con números que son deseables que se repitan de cara a la campaña actual. El presidente de Cajamar, Eduardo Baamonde; el director de Desarrollo Sostenible de Cajamar, Roberto García; y la responsable de la redacción del informe, Ana Cabrera, analista de Mercados Agroalimentarios de Plataforma Tierra, fueron los encargados de presentar el informe. Además, como en ediciones anteriores, la directora general de la Fundación Tecnova, María del Carmen Galera, ha desglosado las cifras de la industria auxiliar en torno a la agricultura almeriense.

"Ya llevamos 22 años haciendo el Informe de Campaña Hortofrutícola de Almería. Éste se ha convertido en una referencia en el sector, que nos permite mirar con perspectiva y ver el progreso y el desarrollo del sector, que ha sido espectacular. He visto las cifras y me sorprende el incremento del valor, que es lo más importante. En estos años ha incrementado su mirada hacia la exportación, la externalización, pero sobre todo se ha profesionalizado e implementado la tecnología como palanca fundamental del desarrollo", comenzaba la presentación Eduardo Baamonde que miraba al futuro con manifiesto optimismo: "El sector ha usado el conocimiento para su crecimiento, su desarrollo y su internalización". 

La madurez de los agentes de la agricultura intensiva de Almería y su capacidad de competir y adaptarse a las circunstancias de los mercados se volvía a poner de manifiesto en la pasada campaña, como se desprende del análisis de Cajamar, que va en consonancia con los datos expuestos en meses anteriores por la Asociación de Organizaciones de Productores de Frutas y Hortalizas de Almería, Coexphal, y por la Delegación territorial de la Consejería de Agricultura en Andalucía.

El director de Desarrollo Sostenible de Cajamar, Roberto García, así lo destacaba, subrayando que a lo largo de los años el sector se ha tenido que enfrentar a variados y numerosos desafíos como han sido la escasez de agua, el cambio de la lucha química hacia el control integrado de plagas, la competencia de otras zonas productoras o la tecnificación y digitalización del sector, “saliendo airoso de todas ellas”. También mostraba “la fiabilidad y la vocación del servicio del sector”, que asegura un adecuado suministro de alimentos para la población europea incluso en los momentos más complicados de la pandemia, las incidencias climatológicas o el alza de los precios de los insumos.

Fertilizantes y energía tiran de los costes hacia arriba

Como todos los sectores productivos en España, el agro se ha visto golpeado con fuerza por el encarecimiento de los insumos, la energía y la mano de obra. Un incremento de un 12% con respecto a la campaña precedente, que el productor ha tenido que afrontar no sin dificultades. Los desajustes entre la oferta y la demanda de productos por los efectos del coronavirus en la primera mitad del periodo y, posteriormente, por la guerra en Ucrania han provocado una crisis energética que ha hecho aumentar los precios de la electricidad y el petróleo, repercutiendo en el conjunto de la estructura de costes.

Ana Cabrera, analista de Mercados Agroalimentarios de Plataforma Tierra, ha destacado que “la buena marcha del valor de las exportaciones ha contribuido a amortiguar el incremento de los precios de los insumos, cuya subida ha sido la más elevada desde que comenzamos a publicar este informe”.

Las partidas que más se encarecen son las relacionadas con la energía: los fertilizantes (+102,1 %), la energía (+49,6 %), el transporte (+14,3 %) y el agua (+8,4 %).

La producción y la superficie total cultivada, bajan

A ritmo moderado, la superficie de tierra ocupada por invernaderos en Almería sigue creciendo campaña tras campaña, alcanzando en la 2021-22 las 32.827 hectáreas. Ante este dato significativo, otro también que llama la atención: la superficie total cultivada baja un -2,6 %, principalmente por la reducción de los cultivos de primavera y la tendencia a la baja de las hectáreas destinadas a la producción de tomate, situando la superficie hortícola total almeriense en las 62.992 hectáreas.

Destacan, fundamentalmente, las nuevas plantaciones de pepino (+6,3 %), berenjena (+4,8 %) y pimiento (+2,2 %), impulsadas por las cotizaciones positivas obtenidas en campañas anteriores mientras que caen de forma leve el calabacín (-0,6 %) y especialmente los cultivos primaverales como melón (-24 %) y sandía (-9,3 %). Paralelamente, continúan reduciéndose las hectáreas de tomate (-2,6 %), aunque a menor ritmo que en campañas anteriores.

Al igual que la superficie cultivada, la producción también se ha visto mermada en la campaña, pero por factores bien diferentes. La producción total de frutas y hortalizas en Almería se contrajo un 8,5 % (3.823.359 toneladas) mientras que la caída en la producción bajo plástico fue de -6,7 % (3.561.056 toneladas) con respecto a hace un año. 

La campaña, entre otros factores, también vino condicionada por una meteorología inusual, que atacó de lleno al sector

Mucho tiene que ver la inflación galopante y la carestía de los insumos, pero la campaña también vino condicionada por una meteorología inusual, que atacó de lleno al sector. La calima, en primer lugar, en marzo, las lluvias primaverales de abril, así como un mayor número de días nublados vinieron a contraer la oferta de hortalizas en la provincia. Los productores de melón, sandía y lechuga fueron los más perjudicados en este capítulo.

Precios e ingresos salvan con holgura la campaña

Y ya se sabe: a menor oferta, mayor cotización. Así la campaña, los precios medios crecieron un 24,8% con respecto al ejercicio anterior, lo que les permitió a los profesionales del campo sobreponerse al aumento claro de los costes, dato analizado en profundidad por Cajamar. Con este crecimiento, los ingresos totales se incrementan de forma notable, un 14,2 % y cierran la campaña con un valor total de la producción de 2.976,9 millones de euros en Almería.

Por especies, calabacín, melón, sandía y tomate han presentado una menor producción, pero una mayor cotización media, que ha dado como resultado un incremento de los ingresos finales. De los productos con variación positiva en las cotizaciones destacan la judía verde (+46,6 %), el calabacín (+40,2 %) y el pepino (+39,4 %).

Lleno el salón de actos de Cajamar. Lleno el salón de actos de Cajamar.

Lleno el salón de actos de Cajamar. / Javier Alonso

En el lado opuesto se encuentran lechuga y pimiento, con reducciones en valor del -24,1 % y del -3,4 %, respectivamente. Las mejores cotizaciones alcanzadas por la lechuga no han sido suficientes para compensar la merma productiva. En el caso del pimiento, este ha presentado descensos tanto en volumen como en precio medio e ingresos.

Experiencia y madurez en los mercados internacionales

A estas alturas, pocas dudas hay del buen hacer de la exportación almeriense. A nivel internacional, el producto hortofrutícola de Almería es muy apreciado y eso ha traído unos números de récord, aunque durante la campaña evaluada por Cajamar se exportaran 2.864.211 toneladas, un -4,4 % menos que en la 2020-21. Este número tiene un origen claro en la menor cantidad de toneladas ofertadas desde la provincia. Frente a ello, la representatividad de las exportaciones sobre el total producido supone un 74,9 %, lo que muestra la experiencia y madurez del sector en los mercados internacionales, así como el papel fundamental de estos en el balance final de cada campaña. De hecho, el valor de la exportación crece un 17,4 % y alcanza su máximo histórico con 3.701,5 millones de euros.

Con 602.323 toneladas, el pimiento sigue liderando las exportaciones almerienses y aumenta su cuota de representatividad en un punto, con un 21 % del total. Por su parte, el tomate, que ha llegado a representar más del 26 % de las ventas al exterior, baja en volumen pero mantiene una representación del 14 %.

Otra tendencia que se va consolidando es la progresiva ampliación de los calendarios de exportación, observándose los mayores crecimientos en los primeros meses de la campaña y al final de esta.

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