El secreto del éxito de las churrerías de Almería: Negocio tradicional que no pasa de moda
Raúl Soria cumple con el sueño de montar una cafetería para servir churros en una plaza que está de moda en la capital
Esta plaza de Almería es una esperanza para los comercios de barrio: "Los bares son lo que más vida da"
De un tiempo a esta parte, la Plaza 3 de Abril está siempre abarrotada. La antigua estación de autobuses dejó un espacio que se ha llenado de vida, al albur del Mercadona y de los negocios que se han instalado en ella. Una escuela infantil, una tienda de ropa o una churrería son algunos de los comercios que abrieron sus puertas en un barrio que todavía mantiene la esencia del negocio de cercanías, algo cada vez más complicado en la capital.
A los barrios cada vez les cuesta más sobrevivir. No sólo tienen ofrecer buen servicio y calidad, sino que se han de reinventar casi a diario para ser atractivos para su clientela. Es precisamente lo que trata de lograr Raúl Soria, dueño de La Churrería, que se embarcó en un sueño en el que la satisfacción es directamente proporcional al trabajo. “Trabaja en el mantemiento industrial de edificios, pero quería cambiar de ambiente y siempre había tenido el gusanillo de tener mi propia churrería”.
Dicho y hecho. Un negocio tradicional con un nombre clásico. “Le pusimos La Churrería porque el local en sí es moderno y queríamos que la gente supiera que aquí servíamos churros”. Ciertamente, tiene aspecto de pub, aunque ese toque de modernidad se fusiona perfectamente con la esencia de este tipo de establecimientos, que bien llevados como es el caso no tardan en alcanzar el éxito: “Es un sitio moderno, pero acogedor. Hemos querido darle una estética innovadora al local, aunque la cocina mantiene la esencia de la tradición”, dice Raúl.
Receta casera tras haber visitado muchas churrerías en toda España
Pedirle a un cocinero que te diga cómo es la receta es como pedirle al mago que te explique la magia. Lo que queda claro desde que se sirve la ración de churros o desde que se ve lo brillante y crujiente que sale la rosca de la paila de aceite es que la receta es casera. “He visitado muchas churrerías por toda España, hablando con muchos colegas para y probado con muchos churros hasta dar con ésta. Y a la vista está que gusta”, dice orgulloso Raúl mientras señala distintas mesas de ‘La Churrería’ desayunando con tranquilidad. Quien opta por los churros, triunfa; quien opta por las tostadas, tampoco se equivoca: “El pan que nos sirven es muy bueno y eso se nota a la hora de la elaboración”.
Aunque las cafeterías cada vez presentan una carta más rompedora, que transgrede la tradición de la tostada y el café con leche, La Churrería prefiere apostar por la calidad y el buen precio. “No quiero que los churros pierdan su originalidad, su esencia de negocio que ha estado siempre a pie de calle. En Almería hay una buena cultura de desayuno y eso se mantiene sirviendo productos de calidad, un buen servicio y con unos precios que no se disparen”, asegura el hostelero que en el futuro sí tiene pensado introducir churros finos o rellenos, pero que de momento mantiene la porra como producto estrella, que elabora siguiendo una receta casera.
Las famosas ‘tillas’ de la UAL, del hermano de Raúl
El hermano de Raúl, José, le ayuda a cocinar los desayunos cada día. Ambos tienen buena mano con los palos y el aceite hirviendo para los churros estén en su punto a la hora de servirlos. José conoce perfectamente las cocinas, los utensilios y cómo cocinar con éxito para centenares de personas. Y es que el hermano de Raúl Soria es el encargado del comedor de la UAL, donde se sirven las famosas ‘tillas’, el postre que enamora a todos los universitarios que estudian en Almería y que se han convertido en virales en las redes sociales. La cuenta en ‘X’ que anuncia el menú de cada día, que se había despedido del alumnado el pasado 30 de junio hasta el mes de septiembre, anunciaba el regreso. La publicación ha alcanzado más de un millón de visualizaciones en apenas un par de días, con más de cien comentarios y trescientos retuits.
Frente a las grandes áreas comerciales o las archiconocidas cadenas de comidas [o cualquier otro sector], la Plaza 3 de Abril es todavía un baluarte del vecino del barrio, del amigo que viene de vista o del trabajador que busca un rato de paz y armonía. “Tenemos muy buena clientela. De hecho, los negocios de esta zona están contentos porque éste se ha convertido en un lugar transitado, algo que nos beneficia. Además, también servimos raciones de churros para llevar y somos una de las pocas churrerías que los sirven en horario de tarde”, asegura el almeriense que sirve en una mesa a unos padres con sus hijos, enfrente a unas personas mayores y junto a éstas, unos trabajadores que hacen un kit kat en sus quehaceres: “ Buenos días, ¿unos churricos como siempre?”
También te puede interesar