Revista Velezana rescata la ruta del Museo del Prado en 1934 por Almería

Revista Velezana, utilizando todos los recursos a su alcance, se halla inmersa en plena tarea de divulgación y difusión de sus variados y numerosos contenidos. Días pasados organizó actos en Huéscar (Granada) y Topares (Almería) para presentar el numero 38 de esta publicación.

En el municipio granadino, y propiciado y organizado por el archivero y bibliotecario local, Antonio Ros, se celebró la presentación en el Parque Rodríguez Penalva (creado en los años 40), interviniendo Ignacio Morón, ingeniero forestal y paisajista, que disertó sobre el origen del mencionada espacio verde; y Dietmar Roth y Agustín Gallego, acerca de varios linajes navarros establecidos en el sur de España desde el siglo XVI.

Al acto asistieron un numeroso grupo de vecinos y varios representantes municipales con la alcaldesa a la cabeza. Por su parte, en Topares, la localidad más alejada de la capital almeriense, lo hizo Alberto Marín, hidrogeólogo, que puso el acento en la pérdida del fabuloso e histórico manantial de Bugéjar a causa, principalmente, de las cuantiosas extracciones de agua para los cultivos extensivos (“lechugueros”) que están esquilmando los recursos hídricos de la zona.

Después, Encarni Navarro, del Museo de Vélez, comentó brevemente su sección de Patrimonio Humano Velezano, donde, con una sencilla foto actual y una ligera reseña biográfica pone de manifiesto los auténticos valores de la tierra: sus gentes.

Alfonso Robles, topareño de nacimiento y corazón, comentó su trabajo sobre las formas de afrontar la muerte y las costumbres tradicionales ya casi desaparecidas por el vendaval de modernidad.

Esta semana están previstas presentaciones públicas en espacios abiertos y con las medidas de seguridad en Chirivel (miércoles), Vélez Blanco (jueves) y María (domingo).

El número 38 de la revista Velezana ofrece una serie de artículos de gran interés. Encarnación M. Navarro abre la publicación con un interesante trabajo sobre la ruta del Museo del Prado en 1934 por Almería. Navarro apunta que “para la sociedad almeriense de 1934, posiblemente la visita al Museo Itinerante o Museo del Pueblo fue la primera vez que se pudo concebir el aspecto, colorido, tamaño y composición de algunas de las obras más interesantes de la historia de la pintura española”.

Otro trabajo muy interesante que se incluye en este número se refiere a la venta del patio de Vélez Blanco en 1904 escrito por Tommaso Mozzati. “La venta del patio del Castillo de Vélez Blanco fue uno de los casos más sensacionales de ‘elginismo’ sufrido por el patrimonio artístico español antes de que en 1933 se aprobaran regulaciones más estrictas para la protección de los bienes históricos-artísticos”.

El tema central de la revista trata sobre la muerte. Destacan los artículos El ritual funerario durante la prehistoria del sur de la Península Ibérica de Juan Antonio Cámara. Oliva Rodríguez y Manuel Vera escriben el trabajo Muerte, ritual y memoria. Sobre el mundo funerario en las épocas antigua y andalusí.

Dietmar Roth escribe el artículo Misas memorias y buenas obras. Aspectos religiosos en los testamentos de Vélez Blanco en la edad moderna. Mientras, Encarnación M. Navarro escribe Encomiendo mi alma. La devoción a la Virgen del Carmen en los Vélez. Uno de los artículos estrella en este apartado está escrito por Enrique Fernández Bolea y lleva por título Retratar a los difuntos en Almería y los Vélez: vestigios escasos de una extendida costumbre.

Andrés Molina Franco trata en su trabajo sobre los cementerios de los Vélez, mientras que Juan Francisco Carricondo, Ester del Real de la Fuente y Bartolomé Vidal Sánchez escriben sobre el ritual de la muerte en Oria. Francisco J. Ortin y Andrés Muñoz escriben Hoya del Marqués, año 1950: Intoxicaciónmortalporconsumo de setas tóxicas. Francisco Moreno Cayuela escribe el artículo Tragedia esperada y Ángel Custodio Navarro escribe Antropologia breve del hecho funerario y mortuorio en Vélez Blanco.

Luis Martínez Reche escribe Nuestras vidas son los ríos que van a dar al mar, que es el morir. Alfonso Robles escribe La intensidad publica y privada de la muerte a mediados del pasado siglo en Topares.

Cierra este especial sobre la muerte el artículo Recuerde el alma dormida, avive el seso y despierte contemplando como se pasa la vida, cómo se viene la muerte tan fallando.