"Me sigo considerando bastante inmaduro"

Es menudo, nervioso y con un sentido del humor y una cercanía poco frecuentes en una estrella del rock -aunque no se reconozca en esta definición- como él. Fito Cabrales, el alma de Fito&Fitipaldis, gana en las distancias cortas y, muestra de esto, fue el encuentro que ayer mantuvo en Sevilla con nuestro periódico. Una ocasión única para conocer, más allá del personaje, qué persona se esconde y, cómo no, para felicitarle por, en siete días, haber vendido de su flamante apuesta, Antes de que cuente diez, más que ningún otro intérprete o grupo durante este año.

-Enhorabuena por la excelente noticia de su acogida... ¿Cómo la toma usted?

-Es algo acojonante. Esas cosas no sientan mal, claro... Nadie que graba un disco lo hace para quedárselo. En la compañía estaban de fiesta y todo el equipo me ha hecho llegar su alegría. Al final, el esfuerzo obtiene un resultado.

-Las consecuencias de la fama, ¿también las asume con tanta naturalidad?

-Hay veces que da vértido. Especialmente cuando estás solo y piensas: "Joder, ¿qué está pasando aquí?". Luego, con la cotidianidad, se te olvida. Resido en un pueblo pequeñito y allí no dejo de ser un vecino. Lo demás se nota en los aeropuertos o en los sitios grandes, que es donde firmo autógrafos o me piden hacerse fotos conmigo (algo que, la verdad, no se me hace demasiado incómodo). Cuando te imaginas a alguien famoso, lo ves de otra forma, en otras circunstancias aunque lo cierto es que, en general, no es así. Hay dos caras, la pública y la mía privada y ahí sí que ayuda el paso del tiempo. Si esto te pilla más jovencillo, puedes llegar a pensar que la realidad es así.

-¿Considera que se ha suavizado con los años?

-No, no lo creo. En los textos por lo menos, no. Lo que sí es verdad es que me fastidia que la música no suene bien. Cuando eres un chaval, es lo contrario. Quieres molestar. Ahora buscas la pureza total del sonido. Que la guitarra y la composición estén perfectas.

-El mes que viene cumple 43... ¿Ha sufrido la famosa crisis de los 40?

-Siempre que he cambiado de dígito, algo ha pasado. Crisis es una palabra muy fuerte. Si la tuviera, habría dejado de fumar (risas).

-Entonces, ¿qué hay diferente en el Fito del momento actual?

-Las cuestiones que han hecho cambiar mi vida no han sido las musicales sino aspectos relacionados con la familia o con mi faceta personal. La edad no me ha modificado. De hecho, me sigo considerando bastante inmaduro. Tal vez lo que más me ha hecho variar son mis hijos...

-¿Puede contarnos algo de ese lado suyo menos conocido? ¿Algunas de sus aficiones, por ejemplo?

-Pues soy bastante aburrido. Estoy consagrado a mis hijos. Me separé de su madre aunque mantengo una buena relación con ella y, gracias a esta situación, puedo tenerles cuando me apetece. Aparte, me encantan las revistas de motor, los coches y las motos. Pero no ejerzo... (risas). Luego, debo reconocer que, aunque no lo crea la gente, no soy mucho de fiestas.

-¿Es usted un poeta?

-No. Y lo sé. Me consta que es así porque no veo la vida con poesía. Eso es otra historia. Hago letras para mis temas y me parece bien que el público se identifique pero no me considero poeta. Sin que parezca que estoy minusvalorando mi labor, soy letrista.

-Y que encima supera en ventas a Madonna...

-Bueno, en España y en esta semana, sí (risas). Por lo demás, no quisiera compararme con Madonna. Eso es otra galaxia (risas).