Cuando tu pasión se convierte en tu trabajo, pasas a sentirla de otra manera. Echando la mirada atrás, das gracias a donde estás al hacer eso que siempre quisiste desde el momento en el que fue imposible ganar dinero siendo el protagonista dentro del verde. Sin embargo, y supongo que es algo normal e inherente al ser humano, cuando tu pasión se convierte en un trabajo, hay días en los que llegas a aborrecer eso que tanto te ha gustado siempre. A veces no puedes ver un determinado partido de fútbol por tener que realizar otras labores periodísticas; otras, directamente las ganas no existen si observar ese encuentro es por mera afición. Después de una tarde-noche con la atención plena en el encuentro de esta página, posiblemente la lógica invita a poner una serie o película. Pero en cuanto termine este artículo, voy a ducharme y cenar para comenzar el jueves de la mejor manera: leyendo informaciones y opiniones sobre este histórico Almería de Alberto Lasarte.

Si algo insufla el juvenil A del Almería es ilusión y ganas por que llegue el próximo encuentro. Cuerpo técnico y jugadores han realizado un excelso trabajo, continuando con la base puesta por Juan Carlos Cintas. Con algunas de las mejores piezas del panorama nacional -algunas de ellas, almeriense-, la diferencia entre este Almería y otros equipos con una calidad similar o superior es la competitividad que tienen los de Lasarte, por no hablar de su aura de campeón. El conjunto almeriense suele llevar la iniciativa, pero también sabe adaptarse a diferentes registros y situaciones, con una competitividad y personalidad impropia de esa edad. Sabe sufrir, defenderse cuando toca y pegar el golpe definitivo cuando el rival menos se lo espera. Por eso no hay que temer ante el favorito. Sin presión, el Almería no tiene peores argumentos para terminar de dar la campanada.

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