Vía Augusta
Alberto Grimaldi
La vía es (por ahora) andaluza
Como ya comenté el pasado martes, el mal tiempo parece cebarse con la Semana Santa y en éste caso después de la tempestad no vino la calma, sino una tarde de Lunes Santo que iba nublándose cada vez más, para temor de la hermandad de la Macarena que ya había salido, e incertidumbre de las dos que aún quedaban por salir, Gran Poder y Pasión. Los malos presagios se convirtieron en una lluvia, que aunque duró poco, hizo que Macarena tuviera que refugiarse en la iglesia de San Sebastián durante al menos hora y media. Este hecho provocó algunos cambios en los horarios de entrada a carrera oficial de las tres cofradías que procesionaban esa noche.
Cómo iba a imaginarse el nazareno que portaba la cruz de guía de Pasión, que aquel Lunes Santo vería tan de cerca el paso de la Sentencia y después todo el cortejo que acompañaba a la Macarena. Pues si, así pasó, como se puede ver en la foto, la hermandad de Pasión tuvo que esperar al menos una hora de plantón viendo pasar todo el desfile procesional. Después de ver y oír todo lo sucedido con este tema que cómo no, trajo cola, ya que la Agrupación había decidido que entraría en primer lugar Gran Poder, después Pasión y por último Macarena.
Pues bien, al final lo que yo creo que pasó es que el uno por el otro la casa sin barrer. Pasión se entretuvo en el camino más de la cuenta, sobretodo en la Plaza Circular y Macarena no quiso esperar más ya que llevaba muchas horas en la calle. Esta fue la Cruz que tuvo que aguantar Pasión con un parón con todo lo que ello conlleva.
Otro Martes Santo ha llegado, me dirijo a las inmediaciones de San Sebastián y puedo ver el bullicio de la gente, esperando a que de un momento a otro se abran las puertas y aparezca ante ellos esa preciosa imagen, Él, mi Cristo del Amor. Entro en la iglesia, ya esta todo listo, otro año más y mi corazón se acelera de emoción, me acerco a ver a mi Virgen del Primer Dolor, tan guapa como siempre, como yo la recordaba desde niña, aunque éste año con un plus de buen gusto añadido por Gaby, su vestidor, que ha hecho filigranas.
Me asaltan miles de recuerdos, como cada Martes Santo. Me quedo mirándola, cuando tenia cinco o seis años vine un día a la iglesia con mi padre porque él iba a hacerles fotos al Cristo y a la Virgen, Ella estaba aquel día de píe en el suelo, recuerdo que me acerqué y me cogí de su mano, yo era entonces solo una niña, pero ese recuerdo me quedó grabado en lo más hondo. Despierto de mis recuerdos al oír el llamador y es que los costaleros del Amor van a hacer su primera levantá.
¡Al cielo con Él!, y antes de darnos cuenta ya suena el himno nacional, ya estamos en la calle. En ese momento me saluda Juanjo, el nieto de Don Juan Fenoy fundador de nuestra hermandad y vuelvo a recordar, en este caso mis últimos años como nazarena en los que iba al lado de Don Juan, un señor ya muy mayor, pero ahí estaba acompañando a su Cristo hasta que murió, entonces pasó el testigo a su nieto, que cada año acude a hacer lo que a su abuelo tanto le gustaba.
Este año hemos podido disfrutar del paso de dos procesiones: Macarena y Amor, por la calle de Las Tiendas, emblemática calle de nuestra ciudad, que además, dada su estrechez hizo mas bello y emocionante su transcurrir por ella, muy buena elección la de pasar por allí.
María
Molina
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