La esquina
José Aguilar
Solipsismo en palacio
La Pascua Militar es una ceremonia profundamente enraizada en la vida castrense española. Una costumbre que se mantiene en esencia a lo largo de los últimos 241 años, aunque muchas otras cosas han cambiado. Su celebración se remonta al reinado de Carlos III, cuando el 6 de enero de 1782 se recuperó la localidad menorquina de Mahón, que se hallaba en poder de los ingleses. Como expresión de júbilo, Carlos III ordenó a los virreyes, capitanes generales, gobernadores y comandantes militares que, en la fiesta de la Epifanía, reuniesen a las guarniciones y notificasen en su nombre a jefes y oficiales de los ejércitos su felicitación.
S.M. el Rey, acompañado por S. M. la Reina, con la asistencia del presidente del Gobierno y los ministros de Defensa e Interior, reciben con solemnidad y protocolo en el Salón del Trono del Palacio Real de Madrid a una representación de las Fuerzas Armadas y de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, encabezadas por los responsables del Estado Mayor de la Defensa, de los Ejércitos y la Armada, de las Reales y Militares Órdenes de San Fernando y San Hermenegildo, de la Real Hermandad de Veteranos y de la Guardia Civil.
Con la celebración de la Pascua Militar se inicia el año con un recuerdo especial los militares desplazados en el exterior y que participan en las misiones internacionales, realizando un balance de las vicisitudes del año anterior y se marcan las líneas de acción que se desarrollarán en el 2023, marcado en estos momentos de elevadas tribulaciones geopolíticas con especial incidencia en Europa por el conflicto bélico en Ucrania y sus efectos colaterales. Además, se impondrán condecoraciones militares a aquellos civiles y miembros de las Fuerzas Armadas que se han hecho acreedores de ellas durante el año vencido.
El Rey con uniforme de capitán general, al ostentar el máximo rango atendiendo a lo dispuesto en la Constitución, se dirigirá en su panegírico de la Pascua Militar a una gran institución como son nuestras Fuerzas Armadas y la Guardia Civil, héroes anónimos de todos los días, un recurso imprescindible para el Estado, los representantes del trabajo callado y siempre bien servido con sufrimiento y dignidad a todos los españoles. A lo largo de toda España se conmemora este acto, con diferentes fiestas de carácter cívico - militar en La Coruña, Barcelona, Sevilla, Cartagena, Rota, Santa Cruz de Tenerife, Ceuta, Melilla e incluso en Mahón, la capital de Menorca, donde comenzó todo.
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