Hater

¿Volveremos a tener políticos, que contribuyan a que las dos Españas, y las dos Cataluñas, puedan convivir en paz?

Las redes sociales dan miedo. Eso que ahora se ha dado por llamar "haters", las inundan, sembrándolas de insultos y odio. Y eso está reforzado por los nuevos jóvenes líderes políticos, que fomentan de forma sistemática la crispación y la descalificación mamporrera, como estrategia, y el miedo como argumento.

Cataluña está dividida. España está divida. Y los que dicen amar a una o a la otra, se empeñan día a día en hacer que la fractura sea mayor. Y además se retroalimentan y se necesitan, a la vez que se desprecian y odian mutuamente. Muchas banderitas y poco amor, por parte de ninguno de los, que de ellas presumen, a un magnífico país. A un país inigualable diverso que van a romper, unos en nombre la pretendida república catalana, y otros fabricando desde el otro extremo, independentistas en cadena. "Haters" por todos lados. El cultivo del miedo y del odio, es ya casi el deporte nacional por excelencia. Guerracivilismo "in crescendo". Este país no se merece esto. El diálogo, la negociación, el entendimiento y el respeto a las ideas, parece que ya no forman parte del imaginario colectivo de España. Y quien los intenta ejercer, atrae el desprecio de los "haters" sociales y son vituperados por los políticos "haters". Nos olvidamos de la transición, que nos condujo al periodo que, con sus luces y sus sombras, ha sido el mejor de nuestra historia.

Yo estoy seriamente preocupado y entristecido, y veo en riesgo la paz social de un país, donde mis hijos y nietos, han de desarrollar sus vidas y su futuro. Y los nuevos líderes políticos, son claros responsables de esta situación. Decía Evelyn Beatrice Hall, en su biografía sobre Voltaire: "Estoy en desacuerdo con lo que dices, pero defenderé hasta la muerte tu derecho a decirlo" Como muchos de los que me están leyendo saben, mi pensamiento es socialdemócrata, pero me aterra el pensamiento único. El otro día paseando con mi hija y con mi mujer, un matrimonio que paseaba con su perro, me reconoció, y él espetó: ¡estoy harto de ver socialistas! ¿Por qué mi hija, a la que hemos educado en la tolerancia, ha de oír esto? Decía Antonio Machado: "Españolito que vienes al mundo te guarde Dios. Una de las dos Españas ha de helarte el corazón". Pues una de las dos Españas, le heló el corazón a mi hija.

¿Volveremos a tener políticos, que contribuyan a que las dos Españas, y también las dos Cataluñas, puedan convivir en paz, en tolerancia y en respeto a los que piensan diferente? No lo sé, pero necesitamos con urgencia mujeres y hombres que lideren la política, que siembren verdadera democracia, que discrepen con respeto y con argumentos razonados, que no insulten, que no hagan demagogia populista, que no se comporten como hooligans y que no alimenten ese odio, que inunda cada vez más las redes, y parece que también, la calle.

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