Desde mi experiencia

José Miguel Ponce

Los abuelos y la familia

Para ser un buen abuelo vale la pena prepararse, tener algunas ideas claras

En la sociedad actual, los abuelos son personas claves en la mayoría de las familias. Parece un hecho comprobado por la antropología que tener acceso a los abuelos y a los nietos contribuye a la plenitud de la vida humana. Las personas mayores aspiran, casi siempre, a tener nietos porque para ellos es una forma de derrochar afecto, de recibirlo y de plenitud de vida. También de sentirse útiles, sobre todo si ya están jubilados. Para ser un buen abuelo vale la pena prepararse, tener algunas ideas claras. Deben estar en “la retaguardia” de la unidad familiar de sus hijos, dar sobre todo cariño y apoyo en aquello que les pidan sus hijos. Al mismo tiempo, los abuelos han de ser conscientes que los artífices de la familia de sus hijos no son ellos, por eso deben respetar las decisiones de sus hijos y dar su opinión si se la piden. Si sus hijos lo requieren, los abuelos deben dedicarse a disfrutar de sus nietos, a pesar del trabajo que puede suponer su cuidado; solo así podrán trasmitirles el verdadero sentido de una vida plena y protegerlos de los antivalores familiares: consumismo, relativismo e individualismo. De hecho, ciertas crisis familiares de la sociedad actual pueden exigir de los abuelos adoptar roles imprevistos, y a veces deberán hacerse cargo de sus nietos como si fuesen sus hijos, por ausencia o situaciones especiales de los padres. Aún en estas situaciones familiares adversas o complejas, los abuelos deben fomentar el cariño hacía los padres de sus nietos.Es evidente que, hoy en día, las relaciones familiares han evolucionado. Antes era habitual que los abuelos envejecieran en casa, de forma que los abuelos estaban integrados en la unidad familiar, donde todos formaban una piña. En la familia de ahora cada uno sigue su camino, y de alguna forma puede decirse que la familia está más desarraigada.

Los abuelos también son generadores de esperanza ya que trasmiten a sus nietos que vivir vale la pena, que la vida es el mayor bien que tenemos y que, a pesar de las dificultades, se puede ser feliz y hacer felices a los demás.

Hablar de abuelos equivale a hablar de nietos. Por eso, es bueno pensar qué proporcionan o qué deberían dar los nietos a sus abuelos. En primer lugar, los nietos ofrecen a sus abuelos la ocasión de mantenerse activos, lo que les ayuda a mantener una vida más saludable. Además, les ayudan a olvidarse de ellos mismos, les evitan preocupaciones, alegran el corazón de sus abuelos, deben acogerlos, escucharlos y quererlos.

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