Un alhameño ilustre

ALHAMA se siente especialmente orgullosa de contar entre sus vecinos con D. Nicolás Salmerón y Alonso, un ilustre pensador y político que llegó a ser presidente de la I República. Su pensamiento progresista, demócrata y social; su labor política a favor de la libertad de expresión, la educación y la cultura; y hasta su forma de actuar ética, que le llevó incluso a renunciar al Poder por negarse a firmar penas de muerte, son un ejemplo para el pueblo de Alhama y para toda la sociedad española.

Desde el Ayuntamiento de Alhama trabajamos para que su pensamiento se difunda y perdure en el tiempo. Un ejemplo es la Mención Honorífica "Nicolás Salmerón y Alonso", otorgado por el Pleno Municipal, con la que se distinguirá, cada dos años, a una personalidad o institución de la vida española por sus valores cívico-sociales. La primera edición se ha concedido al Congreso de los Diputados y, por tal motivo, ayer nos visitó su presidente, D. José Bono, que recogió el premio, en una emotiva ceremonia.Así mismo, en el centenario de la muerte de Salmerón nos hemos marcado el gran reto, junto a Diputación y la UAL, de la creación de la Fundación Nicolás Salmerón y el Instituto de Estudios Salmeronianos. Dos entidades claves para que su filosofía se encuentre a disposición de investigadores y ciudadanos.

Pero la figura de Salmerón merece todo el tratamiento y toda la delicadeza que podamos prestarle. Por eso, hemos actuado sobre la casa familiar Nicolás Salmerón, que se encontraba en perfecto estado, centrando el trabajo en la rehabilitación de la fachada recuperando la piedra de cantería, precisamente un material que también va unido a la esencia de los alhameños. Es una vivienda con historia, desde donde personajes como Unamuno y Carmen De Burgos se dirigieron al pueblo en uno de los muchos homenajes que recibió nuestro paisano.

La época de Salmerón, segunda mitad del siglo XIX, se asemeja a la actual en el municipio que me cabe el honor de representar. Mientras que por aquellos años de 1873 durante la I República Española, iniciaba un cambio económico introduciendo el cultivo de la uva de mesa, que tanto contribuyó al desarrollo almeriense, hoy en día, entrado el siglo XXI, Alhama también ha cambiado su ciclo económico y se ha convertido en un municipio con una economía diversificada, donde los vecinos y vecinas gozamos de una buena calidad de vida.De la misma manera, mientras que en vida de este pensador, el pueblo seguía y alentaba las vicisitudes políticas de los hermanos Salmerón, como queda reflejado en las actas municipales de la época, ahora queremos que su pensamiento perdure a través de su fundación, un instituto de estudios salmeronianos y la apertura a toda la sociedad de su casa familiar.

Alhama es un pueblo que siempre se sintió unido a las políticas de progreso y modernidad que defendía D. Nicolás Salmerón. El mismo que hoy en día goza del bienestar y desarrollo que ha alcanzado la sociedad andaluza en su conjunto. La Alhama del siglo XXI, transformada, sigue fiel al pensamiento de Nicolás Salmerón, del que se siente orgullo y que tiene como reflejo para su inspiración.

La celebración del centenario de la muerte de Salmerón trata de mostrar los valores cívicos y éticos por los que luchó D. Salmerón, como son la democracia, ética e igualdad social. Un pensamiento que se ha recordado en cada una de las actividades programadas: la Mención Honorífica, el ciclo de conferencias sobre "Nicolás Salmerón y su tiempo", un curso de verano de la UAL, y una edición especial del Eco de Alhama. Además, se ha reunido a los familiares descendientes de D. Nicolás y hasta la ONCE emitió el pasado viernes un cupón sobre la figura del pensador Salmerón y su pueblo de Alhama. Un personaje así, merece todos los esfuerzos que estamos realizando para facilitar su acercamiento a la ciudadanía. hama quiere que esta semilla que volvemos a plantar en la sociedad almeriense, la cultivemos entre todos para que enraíce y por fin crezca como árbol en el jardín de las personas ilustres, donde permanezca para siempre entre los españoles, los andaluces, y los almerienses. Nicolás Salmerón se lo merece.