Cada nueva generación que crezca con su conciencia al margen de la fragilidad que supone un sistema democrático y el imprescindible compromiso que exige su permanente cuidado, termina siendo cómplice necesario e inevitable del advenimiento de un nuevo paradigma de convivencia. Una sociedad, como la nuestra, que no estudia en las escuelas que durante cuatro decenios del siglo pasado estuvimos gobernados por un golpista, dictador y genocida y unos cuadros que normalizaron como "saludo español" el conocido brazo derecho en alto, a cuarenta y cinco grados de la vertical, no tendrá ningún reparo en darle la palabra a una partida de insurrectos que prometen cambiar el hartazgo que supone la política en nuestras vidas.

Ante esto, un discurso de Izquierda alternativa no puede competir con el de esa Extrema derecha como si de estar discutiendo en la barra de un bar se tratase. Escuchar a su portavoz en el Congreso pedir "que rueden cabezas" (solicitud derivada de un supuesto uso interesado de los servicios secretos del Estado) evidencia la incoherencia (derivada de la incapacidad de distinguir el espacio de expansión privada del compromiso público) de quien ensalza la capacidad de Dominga para chuparle la minga, porque la baja con sustancia, desde Francia.

Llenar el discurso político de "quiero y no puedo" trae consigo el hartazgo de tus representados, que pasarán a ser los representados de otros, porque nadie es de nadie salvo en el momento de la entrega total: el del voto y el del coito. Lo demás, coyunturas.

Cuando le damos capital importancia al lenguaje con sesgo de género, no podemos trivializar el uso del mismo en otros ámbitos, por ejemplo, cargándolo de connotaciones bélicas o pendencieras. No se puede pedir la ayuda crítica con material defensivo a Ucrania ante la invasión de su territorio por fuerzas rusas cuando en tu vocabulario no destierras expresiones propias de quien maneja la guillotina con depuradas artes.¿Qué hacemos en nuestras sociedades para evitar la resolución violenta de los conflictos? ¿Qué prácticas de no violencia introducimos en la formación ciudadana de las personas? Si no estamos preparados para la paz, es una irresponsabilidad exigir respuestas no violentas desde la ciudadanía. Es evidente que cuando acabe el conflicto en Ucrania, el armamento entregado va a ser un foco de conflicto que se va a extender por toda Eurasia. Al mejor postor.

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