Yo digo España

Con el falso "talante" estamos ante una perversión mental y moral cada vez más alejados de las prácticas democráticas

Cada semana España está en vilo, cuando no es Euskal Herría con ETA de telonera, es un adiós a Cataluña; el deporte y la antiEspaña, las ruinas de la memoria, el festival de Eurovisión de la cultura a la cultureta, los criptonacionalistas de otras regiones, los ataques desde instancias gubernamentales al Poder Judicial, el desempleo, la precariedad del empleo, las corruptelas, dejando a España a cada paso que se da "bajo palio", desnuda y con un poco más de desintegración nacional.

Un telediario nos van a decir que la Luna es nuestra y nos lo vamos a creer a pie juntillas, nunca nos dicen la verdad política; y un día, tarde o temprano, saldrá de la profunda España y de noche, metafóricamente, "la conciencia de Troya y meterá el Caballo", porque estamos hartos de la cantinela de las independencias, asimetrías, falta de solidaridad y de las complacencias de determinados partidos políticos estatales con los nacionalistas cuando no de las connivencias entre ellos en contra España. La manía que se les ha metido en convertir la casa común en particulares por el mismo método que hacen los "ocupas", sabiendo que los desahucios, sí llegan, son demasiado tarde y cuando volvamos al bien inmueble se encuentra "in memoriam". Son muchos los españoles que deseamos seguir siéndolo a pesar que la conciencia nacional está muy tocada, camino de la perdición por la trampa de los hechos diferenciales y el vacío ideológico e incluso el vacío de creencias en el arco parlamentario.

Este mes de mayo, hace 50 años del libertario mes de mayo francés del 68, y la realidad es que se tiene mucho pavor escénico a perder el poder quienes lo ostentan, lo que está dando lugar a seguir aumentando las concesiones en el modelo de Estado-Nación a cambio de protagonismos electoralistas y no se están dando cuenta o percatado de la endemoniada dinámica que estamos en un proceso fatal para reorientar o regenerar el sistema político que ha tocado fondo, quebrándose cada día por todos los lados el Estado de Derecho. En fin, con el falso "talante" estamos ante una perversión mental y moral cada vez más alejados de las prácticas democráticas, resbalándonos hacia el abismo al aceptar de forma tácita la negación del Estado de Derecho, ya que para ser progresista hay que alienarse con los enemigos de España y el método para desactivar constitucionalmente el país, es el diálogo con todos los enemigos de España.

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