OPINIÓN | Luces y razones
Antonio Montero Alcaide
Las cosas del querer
Vivir la muerte de una persona próxima es una experiencia inevitable en la vida, conocer el proceso de duelo, su evolución y lo que puede dificultar su desarrollo proporcionará las herramientas para afrontarlo.
A veces, la muerte acecha lentamente y con aviso, y otras llega sin que se la espere. El duelo es un proceso complejo y único para cada persona. No se trata de superar la ausencia, sino de adaptarse a la nueva realidad. La muerte es un tema tabú, lo que nos ha llevado a no saber gestionar el duelo de manera sana porque no se enseña en las escuelas ni en casa. La educación emocional es esencial tanto para vivir el duelo como para apoyar a quien lo vive. El apoyo es fundamental para sentirnos comprendidos, ya sea mediante palabras, ya siendo escuchados o teniendo a alguien que nos haga compañía. Eludir profundizar en la verdad de la muerte es obviar algo que va ocurrir y hay que hacerse la idea, aunque no la visualizamos, “porque si somos, la muerte no es; si la muerte es, no somos”.
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