Opinión

María vázquez

Ante la incertidumbre, responsabilidad

Desde el inició de la crisis, el Gobierno de Pedro Sánchez está haciendo exactamente lo contrario

Cualquier manual de crisis recoge, como primera regla básica, la necesidad de desarrollar un método de actuación donde no quepa la improvisación, una hoja de ruta con los pasos a seguir desde que estalla la crisis hasta que concluye para adelantarnos a los problemas antes de que sucedan.

Pues bien, desde que se inició la crisis sanitaria del coronavirus el Gobierno de Pedro Sánchez está haciendo exactamente lo contrario. La última demostración la hemos tenido este fin de semana con la publicación, menos de veinticuatro horas antes de su aplicación, de la orden que regulaba la salida de los menores de 14 años a la calle. Es el último ejemplo de un Gobierno que funciona a golpe de impulso.

La semana pasada el alcalde mantuvo dos reuniones con responsables del Gobierno de España como miembro de la Junta de Gobierno de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP). Dos encuentros para abordar la desescalada del confinamiento. Y lo único que los representantes del municipalismo de nuestro país sacaron en claro es que quienes nos gobiernan tienen "más dudas que certezas" sobre cómo actuar (Salvador Illa, ministro de Sanidad, dixit).

Sin propuestas sobre la mesa, la reunión primera con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, culminó con una próxima cita en las agendas de los alcaldes y la segunda reunión, con las ministras Teresa Ribera y Carolina Darias (el ministro de Sanidad apenas estuvo un primer momento y no pudo escuchar a los alcaldes) vino a confirmar la ausencia de una estrategia de país para gestionar la crisis tras el COVID-19. Muy tranquilizador todo.

Ante la incertidumbre, ¿qué nos queda?. Pues la responsabilidad y el sentido común de cada uno. El Ayuntamiento de Almería fue de los primeros en anticiparse en adoptar medidas sociales y económicas ante la que se avecinaba y así lo seguiremos haciendo, de hecho ya estamos trabajando en un plan para la incorporación paulatina y presencial de los trabajadores municipales, pero una crisis de esta envergadura precisa de instrucciones concretas de quien ostenta el mando único, que es el Gobierno, aunque para eso hay que tener las ideas claras y, por sus hechos, mucho me temo que es pedir demasiado.

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