Un relato woke de la extrema izquierda
El viaje europeo cumple 40 años
Mientras Trump anuncia a Europa la desaparición de su civilización, España celebra medio siglo de la muerte del dictador y sin pausa festeja los 40 años de su adhesión a la Comunidad Europea, el 1 de enero de 1986. Década vertiginosa. Andalucía se convirtió en el 3% del territorio, el 2% de la población y el 1% del PIB de aquel club de 12 socios comunitarios. Hubo que aprender. En años anteriores se arrancaron olivos. Se corrió la voz de que el cultivo sería ruinoso dentro del Mercado Común. Y resultó que casi la mitad del dinero que ha venido a la región de la PAC ha sido para aceite de oliva; unos 25.000 millones de euros. La recién estrenada Junta de Andalucía montó direcciones de Asuntos Europeos y Fondos Comunitarios, para aprovechar las subvenciones… Costó coger inercia: 750 millones anuales por todos los conceptos los tres primeros años, 1.700 los cinco siguientes; y así, hasta superar los 3.600 millones anuales en la década de los 2000.
El presidente de la Junta en el momento de la adhesión, Rodríguez de la Borbolla, hizo un curso intensivo sobre regionalismo europeo. En 1985 fue a estudiar el funcionamiento de los länder alemanes a Dusseldorf, capital de Renania del Norte Westfalia, presidida por Johannes Rau, quien llegaría a presidir la República Federal. Le acompañaban entre otros José Antonio Griñán y Braulio Medel. Borbolla fue fundador y vicepresidente de la Asamblea de Regiones de Europa, puesto al que aspiró Jordi Pujol sin éxito. El primer presidente de la ARE fue el ex primer ministro francés Edgar Faure. Desde aquella Asamblea se diseñó el Comité de Regiones que se incluyó en el Tratado de Maastricht en 1991.
El actual presidente andaluz era un adolescente de 15 años en el momento de la adhesión, lo que quizá explique el adanismo con el que sostiene que Andalucía no había hecho nada en Europa hasta que él llegó. Presuntuoso e inmoderado. Esta falta de consideración no es privativa del PP. Cuando en 1998 la ministra popular Loyola de Palacio consiguió un ventajoso acuerdo para reformar el sistema de ayudas al aceite de oliva en la UE, el todopoderoso consejero socialista Gaspar Zarrías lo calificó como una ruina para el campo andaluz. [En 2002, la ruina fueron 991,5 millones de euros]. A ver si unos y otros tienen el valor de seguir jugando a tirios y troyanos con la amenaza de Estados Unidos, que actúa con la ayuda de falsos patriotas, dispuestos a rendir pleitesía a Trump.
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