El reportaje

Del Sol de la Catedral a los nuevos geosímbolos (4)

  • El proceso de castellanización, tras la expulsión de los moriscos del Reino de Granada, y su dinámica constructiva se refleja en el espacio y en la densa trama urbana musulmana preexistente

Del Sol de la Catedral a los nuevos geosímbolos (4)

Del Sol de la Catedral a los nuevos geosímbolos (4) / José Luis Espinosa Olmedo

El símbolo es la definición de una realidad abstracta invisible a los sentidos bajo la forma de imágenes, la representación del Sol estará presente en el territorio almeriense. Los símbolos sólo se conservan si evolucionan, abandonando su propio ámbito de la pintura y escultura hasta llegar a los nuevos "geosímbolos", muy significativos en un espacio como el Sureste de la Península Ibérica.

En Codba (Presidio, Fuente Victoria) se configura lo largo de los siglos XVI-XVIII una alineación/cortina arquitectónica formada por el Pósito/Ayuntamiento, la Iglesia parroquial y la interesante "Casa grande" de los Palomar, con inmejorables vistas al río Andarax, la vega y la montaña, verdadero símbolo de la nueva civilización conquistadora, asentado en un espacio emblemático, que podemos considerar como "geosímbolo". La casa de los Palomar introduce la significativa variante de agregarle la torre que se convierte en ámbito destacado del edificio y reflejo del estamento nobiliario, muestra del carácter propagandístico, ostentoso y de exaltación de los viejos linajes. El huerto/Jardín se localiza a las espaldas de la "Casa grande", pero aledaño a un espacio muy representativo que irá nucleando la nueva trama urbana: la Plaza de Armas (actual Maestro Barco). La torre es representativa de cierta tipología de herencia medieval, que aún en el siglo XVI, durante el XVII e incluso el XVIII y como un antiguo símbolo retardatario y anacrónico representa la presencia arquitectónica y emblemática del estado noble, el cual retoma la torre como elemento alegórico y representativo aunque su funcionalidad defensiva ya no tiene sentido, respecto a esto el ejemplo más característico lo encontramos en la torre del palacio de los condes de Guadiana (1611-1615) en Úbeda. La torre de la Casa de los Palomar se ha convertido en ostentoso mirador, gracias a la galería, descubierta de arcos, de su último cuerpo.

El paisaje suave contemplado desde el balcón se complementa, ahora, con el grandioso de la sierra de Gádor. El proceso de castellanización, tras la expulsión de los moriscos del Reino de Granada, y su dinámica constructiva se refleja en el espacio y en la densa trama urbana musulmana preexistente. En Codba el modelo castellano es patente, así en el borde más significativo de la citada estructura, el que da a la vega y al río Andarax, se levantan edificios de carácter nuevo cuya construcción, por su envergadura, se considera inadecuada o imposible en el casco morisco, como son el pósito/ayuntamiento, la iglesia parroquial, algunas viviendas y la que, con el paso del tiempo sería la "Casa grande" de los Palomar, alineados, formando una "cortina", constituyendo el símbolo mismo de la nueva civilización conquistadora. Nos encontramos uno de los buenos principios de la arquitectura: utilización de códigos expresivos para transmitir mensajes y en último término información.

Fuente Victoria Fuente Victoria

Fuente Victoria / José Luis Espinosa Olmedo

La existencia bien de una torre en la esquina o de un mirador indudablemente confiere mayor representatividad al edificio, respecto a éste último encontramos un elocuente ejemplo en Fondón con la reducida fachada de la casa de los Godoy que da a la Plaza Mayor. El 5 de mayo de 1752, Francisco Molina Vivo vende en 250 reales a Diego Rubio Pérez y Yarza, regidor perpetuo, "un cuartillo de agua en la hila y Fuente Principal (Los Caños) de esta villa, tanda de Santiago día tres, que linda con más aguas del dicho comprador y herederos de Alonso Molina hermano del vendedor", libre de gravámenes.

El 25 de febrero de 1772, ante el escribano público, comparecen, por una parte, Diego Rubio Pérez y Yarza alguacil mayor y regidor perpetuo de la "villa de Pliego con voz y voto en su ayuntamiento" y manifiesta poseer "cinco tahullas y media y media cuarta de tierra de riego" en Las Anguilas pago de la Cañada de la Maznaca, y una fanega de secano "panificada" y cuatro "montuosas, con sus ensanches que comprenden las vertientes del cabezo que llaman del Colector, todo contiguo, suyas propias, como poseedor que es de la capellanía o pía memoria que en la parroquial de la villa de Pliego fundó María Pérez, apreciada por “peritos de esta villa en mil setecientos y sesenta y tres reales"; y por otra parte comparece Diego Martínez Martínez, dueño de una tahúlla y media cuarta en El Rincón apreciada en 900 reales, en el mismo pago una cuarta de tahúlla estimada en 218 reales; media hora de agua tanda de Santiago día cuatro, valorada en 750 reales /.../ En verdad nuestro alguacil mayor y regidor perpetuo del concejo, justicia y regimiento de la villa de Pliego se mostraba diligente para desprenderse de bienes con gravámenes a cambio o compra de otros libres de cargas, y en acumular agua en la tanda de Santa María. El 29 de septiembre del citado año 1772, ante el escribano público, se presentaron Juan Sánchez Torres, alcalde ordinario de la villa de Pliego, propietario de media hora de agua en la tanda de Santa María día dos, que linda con agua de Diego Rubio Pérez y Yarza, igualmente presente, dueño de media hora de agua, tanda de Santiago día cuatro, "las cuales dichas dos medias horas de agua tienen tratado de hacer trueque y cambio, que a los otorgantes les es útil y provechoso, a las que no les ponen precio porque son dos medias horas de agua de igual valor y se dan por contentos".

En otra parte hemos dicho que, con todas las cautelas, no pueden pasar desapercibidos dos hechos, uno sobre la tierra entregada por Diego Rubio Pérez y Yarza en los cambios, frecuentemente con algún gravamen, y otro referente al agua aportada, es de la tanda de Santiago, y la recibida de la de Santa María, con distinta valoración a favor de ésta. En el cambio anterior (29-9-1772), los intervinientes son dos miembros destacados del concejo, justicia y regimiento de la villa, se indica claramente que ambas medias horas de agua "son de igual valor y se dan por contentos", de nuevo surge la pregunta ¿cómo domina la clase dominante?

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