La ciudad de Mojácar vuelve a su pasado con las carreras de cintas a caballo

El Ayuntamiento de Mojácar ha abierto el plazo de inscripción para las cinteras y los niños que participarán en las tradicionales carreras de cintas, que se celebrarán el 30 de este mes, siguiendo con una de las tradiciones más señeras de los festejos patronales de San Agustín.

Las mojaqueras lucen sus trajes típicos para honrar al patrón vestidas con las faldas largas de tablas hechas de lana, los corpiños blancos bordados y la pañoleta amarilla con motivos de colores a los hombros. y, fieles a su cita anual, las mujeres solteras cuelgan sus cintas para que los mozos del pueblo las recojan.

Se trata de una de las actividades más queridas del programa ideado con motivo de las fiestas de Mojácar de agosto. La convocatoria teletransporta a los participantes al Medievo al ser una prueba de puntería que se inspira en los torneos y justas de época medieval. Los caballistas tienen que introducir la punta de una pica de madera, o la de un bolígrafo, en unos aros metálicos colgados por una cinta que es el trofeo a conseguir. Las mujeres en ‘edad de merecer’ son las que colocan las cintas y los mozos del pueblo las recogen pasando por debajo de ellos con los caballos incluso al galope.

Mojácar no descuida y vela por sus tradiciones, algunas muy antiguas y todas muy enraizadas entre la población. Las carreras de cintas a caballo, ya sean en su versión infantil, de adultos o para parejas casadas, es una de las que gozan de un mayor predicamento entre los mojaqueros/as y centran al atención tanto en las fiestas patronales de San Agustín como en las de la Virgen del Rosario.

Las de octubre son para casados aunque también se admiten separados y divorciados. El Ayuntamiento de Mojácar ha llegado incluso a organizar clases gratuitas de equitación a nivel de iniciación, para futuros jinetes interesados en estos concursos, con la finalidad de mantener viva la práctica de esta tradición que se pierda en el tiempo. La particularidad de la carrera de cintas a caballo en la festividad del Rosario pasa por el hecho de que sólo pueden participar vecinos que están casados o que lo han estado, al igual que las cinteras.