UD ALMERÍA | Análisis

Radovanovic impone su ley en el Almería

Radovanovic salta entre Édgar y Villalibre para despejar un balón aéreo

Radovanovic salta entre Édgar y Villalibre para despejar un balón aéreo / Carlos Barba / EFE (Almería)

Ocurre en el fútbol moderno que no pocos entrenadores anteponen la salida de balón a las habilidades defensivas de los zagueros. Es una auténtica epidemia la de centrales que parecen peores de lo que realmente son porque sus entrenadores les piden realizar acciones para las que no están preparados. Es el famoso 'daño' que los críticos de los métodos de Pep Guardiola, más pragmáticos en su visión del juego, le ven a su filosofía preciosista.

El Almería ha sido un coladero desde el inicio de la competición. Las salidas de Srdjan Babic y Rodrigo Ely, titulares en el eje de la retaguardia el curso pasado, hicieron mucha mella en el equipo. Tanto el serbio como el brasileño acabaron con números muy discretos, terminando la UDA de Rubi entre las más goleadas del pasado curso, pero el remedio (los fichajes de Montes y Édgar para cubrir sus vacantes) resultó peor que la enfermedad y la sangría defensiva incluso se acentuó.

Radovanovic calentando en Los Cármenes junto a Embarba y Édgar Radovanovic calentando en Los Cármenes junto a Embarba y Édgar

Radovanovic calentando en Los Cármenes junto a Embarba y Édgar / Pep Torres / EFE (Granada)

Kaiky y Chumi, los segundos espadas, tampoco han rayado a un gran nivel, por lo que el agujero negro que había solo parece empezar a corregirse tras la llegada de Aleksandr Radovanovic en el mercado invernal. Lo cierto es que la contratación del jugador serbio no despertó demasiado entusiasmo. A sus 30 primaveras y viniendo del Kortrijkcolista de la modesta liga belga, su contratación se entendió como una pieza para ir engranando el equipo del próximo curso en Segunda División. 

Por cuestiones personales no pudo debutar hasta la 24ª jornada y lo hizo en casa ante un hueso como el Athletic Club. La portería a cero frenando a Iñaki Williams, Berenguer o Villalibre fue su mejor carta de presentación. De perfil zurdo, algo que la UDA necesitaba como agua de mayo, Radovanovic es pura escuela balcánica de defensores, destacando por su envergadura (le permite sobresalir en el juego aéreo), y también por hacer las cosas sencillas. Es expeditivo en la marca (algo que debería ser el ABC de todo central) y no se complica mucho con el balón en los pies, buscando pronto a los centrocampistas para que se ocupen de hilvanar juego. 

La lesión de Montes, unido a que Chumi seguía renqueante, le permitió mantener la titularidad el pasado domingo en el Nuevo Los Cármenes ante el Granada y si sigue cumpliendo parece difícil que vaya a perderla en las próximas jornadas. Tanto es así que según la estadística Radovanovic se ha convertido en apenas 2 partidos en el jugador con más despejes de las cinco grandes ligas europeas, realizando 23 en las dos jornadas que ha disputado. 

Frente al Athletic achicó una docena de balones, cifra que ante los nazaríes se quedó en once. Todavía es pronto para lanzar las campanas al vuelo, pero con su concurso la media de goles encajados por la UDA se ha reducido drásticamente (0,5 por partido) en lugar de los 2,2 por duelo que se promediaban antes de su llegada (fruto de encajar 53 tantos en 23 partidos). Con contrato hasta junio de 2025 si mantiene el rendimiento hasta ahora observado y lo respetan las temidas lesiones, puede ser uno de los baluartes sobre los que se asiente el retorno a la máxima categoría. 

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