El Almería se reencontró con el fútbol con una derrota en su primer partido amistoso de este periodo de preparación en mitad de la temporada, debido a la disputa del Mundial. Los rojiblancos cayeron ante el actual segundo clasificado de la liga austriaca, el Sturm Graz, que gozó de las mejores ocasiones. Los rojiblancos estuvieron serios, pero carecieron de puntería ante un equipo con mucho ritmo y que se lo puso muy difícil a los de Rubi, como acabaría reflejándose en el marcador.

Rubi escogió un equipo plenamente reconocible de inicio, aderezado con la aparición del joven Gui Guedes. Mendes y Centelles fueron los laterales, con Chumi y Kaiky en el eje. Melero y De la Hoz completaron el trío en la medular con los enganches de Embarba y Portillo y El Bilal en punta.

La primera (buena) noticia que arrojaron los primeros 45 minutos tuvo que ver con el buen estado de forma de un hombre que ya se fue al parón invernal enchufado: Adri Embarba, el elemento más peligroso del Almería en n primer acto muy competido y en el que los austriacos tuvieron las mejores ocasiones. Ahí apareció el de siempre, Fernando, otro que sigue en estado de gracia y que todo lo que tuvo que sacar, lo sacó.

El Almería sufrió en varias acciones que pudieron significar goles. El Sturm Graz fue capaz de encontrar pasillos y último pase, algo que no pudo hacer el Almería en el área rival y de hecho hasta el descanso solo inquietó o a balón parado o desde lejos. Los de Rubi, eso sí, estuvieron muy serios, concentrados y actuando como un bloque, aunque se les notó con algo menos de ritmo que su oponente.

Tardó 25 minutos el Almería en chutar sobre el marco rival y fue por mediación de Embarba, con una falta lejana que se fue fuera. Por entonces Fernando ya había tenido que intervenir en el 4', enviando a córner, y en el 16', cuando repelió un tiro sin oposición de Emegha, un futbolista que ya había desaprovechado otro mano a mano en el 6'.

El buen nivel físico de los austriacos e incluso las dimensiones del campo restaron comodidad al equipo de Rubi, que no obstante dominó más el partido a raíz de la media hora de juego, cuando gozó de más acercamientos, aunque con poca claridad en las asociaciones finales. Portillo tuvo la mejor en el 31', cuando culminó desde la frontal una jugada larga con un disparo que se fue rozando el larguero. Y lo volvería también a probar desde lejos Embarba, de falta directa que no encontró el marco austriaco.

Cambios y más dominio

Rubi tenía planificadas dos ventanas de cambios en los minutos 60 y 75, y justo antes de realizar la primera el Sturm se adelantó en el marcador. Los austriacos robaron el balón en campo contrario y montaron una transición rápida que llevó el balón hasta la frontal del área, donde la recibió Emegha, quien recortó a su par, se hizo hueco y chutó fuerte y ajustado para batir, esta vez sí, a Fernando.

Y el caso es que el Almería había salido más dominador que en el primer acto, con posesión y llegadas, dos de ellas protagonizadas por Mendes desde su flanco. Sin embargo, como había sucedido en el primer tiemmpo, sin ser capaces de generar peligro verdadero.

Los cambios de Rubi permitieron refrescar todas las líneas. Introdujo entre ellos a Milovanovic, que se ubicó arriba. También entraron Leo Baptistao, Sviderski, Samú y Ely. En la siguiente sería el turno para Pozo, Eguaras y Ramazani.

Los rojiblancos apretaron en el tramo final en la búsqueda del empate y gozaron de varias opciones, aunque también el Sturm perdonó, especialmente en una acción en la que Ely sacó una falta en horizontal y le regaló el cuero a Fuseini, que, solo, chutó fuera (68'). En el 84' Fernando hizo un paradón que también evitó el 0-2, mientras que en el área contraria la mejor ocasión la tuvo Milovanovic, quien armó bien la pierna dentro del área y chutó alto por muy poco (87'). Y un minuto después fue Svidersky quien pudo anotar, pero su tiro rebotó en Ramazani.

Los de Rubi volverán a jugar este domingo a partir de las 12:00, en esta ocasión ante otro rival internacional como el Hearts escocés.