UD Almería

La veteranía dorada de Felipe Melo

Gustavo Gómez y Felipe Melo celebran el título sudamericano.

Gustavo Gómez y Felipe Melo celebran el título sudamericano. / Efe

Fue un fichaje controvertido en la época dorada de Alfonso García al frente del Almería, esto es, en la primera temporada en la máxima categoría, con Unai Emery al frente del equipo. Tras su paso por Mallorca y Racing, los rojiblancos lo ficharon para que llevara el timón de la nave. Era una apuesta arriesgada, era un jugador joven, pero con un fuerte carácter dentro de un vestuario que tenía bien equilibrado el de Fuenterrabia, con nombres ilustres como Corona, Soriano, Juanito o Uche.

Pese a algún episodio de vez en cuando habitual en los vestuarios jóvenes sobre todo en los momentos de incertidumbre de los malos resultados, como fue un enfrentamiento con Cabrera en un entrenamiento, el paso de Melo por el Mediterráneo fue bueno. Se hizo con la titularidad pronto, marcó siete goles y dotó a la medular de una garra y una personalidad que todavía hoy, para muchos es el futbolista de más calidad que ha vestido la casaca indálica. Iba a ser imposible retenerlo, su gran año no pasó desapercibido y la Fiorentina le dio la oportunidad de abrirse puertas entre los grandes de Europa. Hasta la seleçao lo llamó para la Confederaciones de 2009 y 2010.

Felipe Melo salta por un balón ante el Recreativo. Felipe Melo salta por un balón ante el Recreativo.

Felipe Melo salta por un balón ante el Recreativo. / Javier Alonso

Desde que saliera de Almería, Felipe Melo ha acumulado grandes participaciones con la Fiore, Juventus, Galatasaray, Inter de Milán y Palmeiras. Trece temporadas desde que vistiera por última vez la rojiblanca ante el Recreativo de Huelva hasta que en la noche del pasado sábado levantara un nuevo título, el decimotercero en su palmarés, con el equipo carioca.

Y es que el de Volta Redonda celebró en Montevideo su segunda Copa Libertadores. A sus 38 años, una edad a la que sólo llegan los futbolistas que aman su deporte y que cuidan a su cuerpo fuera de la cancha, Melo jugó los últimos minutos en el Estadio Centenario. Tras el pitazo final, el exrojiblanco desató toda su locura: se acercó a la tribuna para compartir con los hinchas y hasta se acostó por algunos minutos en las lonas ubicadas en un sector del estadio y hasta imitó el gesto goleador de Gabigol. No cambia, el mismo Melo que a sus 24 años encandiló en Almería.

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