El pequeñito Gabriel

Atrás queda cualquier otra cuestión mundana de carácter socio-político de la semana anterior

Mi querida Almería, ante todo, desde la emoción contenida y en recuerdo a esa multitudinaria y entrañable concentración que recogió la voz de toda España en la indaliana Puerta de Purchena para que vuelva a estar entre nosotros y su amada madre y padre el pequeñito Gabriel, elevando todas las plegarias que puedan exhortar con un grito desgarrador a la Divina Providencia para que todo quede en un sueño literario para olvidar bañado por millones "pescaítos", que gozan en la libertad de nuestro cálido y luminoso mar mediterráneo de la bahía almeriense. Atrás queda cualquier otra cuestión mundana de carácter socio-político de la semana anterior, para tratar en estas escasas líneas este momento vital para una familia, que como un cordón umbilical de humanismo fraternal y solidario se ha trasladado en forma de elogiable labor de búsqueda la realizada por casi dos millares de anónimas personas con sentires esperanzadores de encontrar al pequeñito Gabriel, el esfuerzo como siempre titánico del benemérito Cuerpo de la Guardia Civil, del Cuerpo Nacional de Policía, de Policías Locales, bomberos, policía judicial, protección civil, buzos, helicópteros, agentes de inspección ocular, escuadrón de caballería, perros de rastreo, cámaras desde el aire con drones, medios de comunicación social, especialmente este Diario de Almería, quien ha cooperado su redacción desde el corazón, la razón y el alma en encontrar al pequeñito Gabriel, un buen ejemplo de praxis periodística y deontológica.

Escuché el pleno extraordinario y urgente celebrado por el Ayuntamiento de Almería, que a buen seguro Sus Señorías habrán asistido con total gratuidad. Pero me llama la atención, que con respeto a quienes tienen otras creencias o ninguna, desde determinadas formaciones políticas que se caracterizan por vivir intensamente la Semana Santa y estando en esta época litúrgica de Cuaresma no hayan propuesto un responso por el eterno descanso del alma de Gabriel y que brille para Él la Luz Eterna del Paraíso; decir en un cabildo municipal de asistir a una misa de funeral es demasiada etiqueta demócrata cristiana; en fin, sí hay uno o dos partidos, al menos uno que lleva en sus Estatutos la palabra "cristianos", pues aunque se quede en minoría que lo proponga, sí algo nos puede reconfortar es lo espiritual, el Señor de la Vida y la Esperanza, los tres días de luto pasan, Dios permanec.

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