Última hora
Precaución: alerta roja por lluvias torrenciales

"El agricultor siempre tiene el hándicap del tiempo que haga"

Entrevista

Eugenio Martín, que lleva toda la vida produciendo alimento de calidad, cree que cada vez es más complicado poder vivir del campo y recuerda cómo tuvo que cambiar el tomate por otros cultivos

Menos colmenas, menos miel: la enésima crisis de la apicultura en Almería

Producción de Eugenio. / D.A.

A Eugenio Martín le gusta el campo. Empezó a trabajar a los quince años, como muchos de quienes ahora están en la mediana edad, y desde entonces no se ha marchado del campo. Es un enamorado, una persona que ha pasado toda la vida en la ‘huerta de Europa’, aunque cada vez es más complicado poder mantenerse.

Pocas personas como él conocen cómo es la agricultura almeriense, sector de referencia a nivel europeo, pues ha pasado por casi todos los cultivos y combinado ciclos largos y cortos. Durante buena parte de esta larga carrera, ya son 35 los años que lleva en la ‘batalla’ diaria, se ha dedicado al tomate, manjar por excelencia de la provincia, pero cada vez lo ve más complicado, por lo que se decidió a dejarlo y volver al melón. Ahí sigue. Ya con la campaña terminada, es hora de hacer balance, de analizar cómo ha sido el curso.

Pregunta.–Del Poniente al Campo de Níjar, conoce usted bien cómo es la ‘huerta de Europa’.

Respuesta.–Tengo el cultivo en Níjar, aunque yo soy de Vícar. Tengo melón, 54.000 metros cuadrados. Lo había dejado después de haberlo hecho toda la vida, pero hace dos años volví.

P.–Toda una vida en el campo, ¿No?

R.–Llevo desde los 15 y tengo 50. Es toda una vida, pero es cada vez más difícil. El problema es un poco de todo, pero cada vez tienes que estar más cualificado y pagar más costes. Los conocimientos se adquieren, pero el dinero nos está asfixiando. Se está tirando la toalla.

P.–¿Qué tiene aparte de melón?

R.–Yo apuesto por los cultivos cortos. Este es un ciclo corto de primavera, que le puedes meter melón o sandía. He tocado todos los palos, pero me he tirado 25 años con el tomate y ahí no podías variar. Cuando no, he puesto pepino, berenjena...

P.–¿Y el tomate por qué ya no?

R.–Estos cultivos cortos no es que salgan más rentable que el tomate, pero es que a este se lo están cargando con los terceros países. Tenemos que tirar del carro, hay familias que mantener, y buscas rentabilidad. Si el cultivo se hunde, cambias.

P.–¿Cómo ha ido este año la campaña del melón?

R.–La campaña ha sido complicada. El manejo ha ido mal, vino mucha lluvia y el melón necesita horas de luz, pero ha habido mucha nube. Luego ha habido más sol de lo normal y se ha criado demasiado rápido, vegetando mucho y no entrando en fase productiva. El tema del cuaje ha sido difícil, porque han venido días de viento y las abejas no pueden trabajar. Ha ido mal, pero es que los agricultores siempre tenemos ese hándicap del tiempo.

P.–¿Y los precios?

R.–El precio empezó bien, los melones los empecé vendiendo a un dinero aceptable, pero luego estuvo al límite de ser rentable o no y la última semana ya se desplomó. Quien ha producido más tarde, el precio se ha ido al suelo, se ha hundido muy rápido.

P.–Y con este cóctel qué se hace, ¿Se cambia o se mantiene?

R.–Es difícil, pero si el primer cultivo de la temporada aguanta relativamente bien, no estoy dispuesto a invertir para luego no cubrir costes de producción. Si el pepino, por ejemplo, no está en condiciones favorables, prefiero no hacer la inversión para luego jugármela en una semana y que se caiga a nada de precio. Tampoco vale vender a cuatro euros un kilo una semana y luego muy poco, hay que sacar una media aceptable para no acabar pidiendo préstamos.

No hay comentarios

Ver los Comentarios

También te puede interesar

Lo último