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El 'ébola' del campo

  • Cuando casi se cumple un mes desde que apareció en El Ejido el primer caso de Xylella de Andalucía, la Junta pide calma por ser un caso aislado y Cajamar más inversión en investigación

Ya ha pasado casi un mes desde que se detectara el primer caso de xylella fastidiosa en la provincia de Almería. Y fue más de un año con la respiración contenida tras conocer que esta bacteria fitopatógena había aterrizado en España desde Italia, donde hizo estragos en el ólivar y que llegó a Alicante para desafiar la estabilidad del sector.

Y no es para menos, la xylella, de la que tanto se oye hablar, se erige como una de las amenazas más importantes en materia de sanidad vegetal en algunos de los principales cultivos tales como el olivo, el almendro, la vid, frutales de hueso o cítricos, así como en distintas especies forestales de interés ecológico. La 'peste' del campo.

Desde su entrada en el país, esta bacteria ha seguido avanzando, lentamente, ya que han ido funcionado los protocolos de detección. Sin embargo, todo el sector y en especial las organizaciones agratias avisaban de su peligrosidad, y la necesidad de no escatimar en medios para avanzar en la investigación que le pare los pies.

En Andalucía, la Consejería de Medio Ambiente se ha trabajado desde el minuto cero en este sentido. Antes de final de año pasado ya eran 6.000 los análisis sobre material vegetal sensible en viveros, puertos deportivos y comerciales, parques y jardines, así como en explotaciones de olivar, cítricos, viñedos y almendros. Todos negativos. Un plan de contingencia para, a raíz de la entrada de la Xylella fastidiosa en la Península, evitar su aparición en el campo andaluz y, si se diera el caso, atajarla.

Martes 17 de abril, día antes de que comenzara la Expo Levante en Níjar donde se reunía prácticamente todo el sector provincial: la Junta notificaba al Ministerio de Agricultura la detección de un caso de la bacteria Xylella fastidiosa en Andalucía. Este resultado positivo, localizado en planta ornamental de un vivero en Almería, fue confirmado en el marco de los trabajos de prospección y vigilancia establecidos por la Consejería dentro de los Planes Nacional y Andaluz de Contingencia frente a la bacteria.

La detección se produjo en un invernadero dedicado a la producción de planta ornamental de la especie 'Polygala myrtifolia', situado en El Ejido. El personal técnico de la Consejería tomó en estas instalaciones más de 400 muestras de material vegetal sensible a Xylella, en las cuales se detectaron tres plantas positivas de un total de más de 30.000 que se encontraban en las mismas. Lo 'bueno', que el hecho de que se haya localizado en el entorno cerrado de un vivero reduce de manera muy considerable las posibilidades de expansión de la bacteria. Desde el momento de la sospecha de presencia de Xylella fastidiosa (totalmente inocua para el ser humano) se tomaron medidas preventivas, en particular la inmovilización de todo el material vegetal situado en el vivero, así como el muestreo intensivo en el mismo y los alrededores. Todos estos trabajos y los resultados de los análisis efectuados fueron negativos a la presencia de la bacteria. Resaltó que la detección de este positivo a Xylella fastidiosa se produjo debido a los trabajos de vigilancia establecidos por la Consejería en base a los distintos criterios de riesgo fijados, lo cual indica que el sistema de búsqueda y detección de la bacteria funciona, los trabajos de prospección son correctos y "nuestros laboratorios de diagnóstico presentan unas capacidades analíticas del más alto nivel", reflejaba el consejero.

Desde entonces, el mensaje de calma por parte de la Consejería es constante. Insisten en el hecho de que la detección se haya producido en un vivero, en el que las plantas eran cultivadas en un lugar completamente protegido frente a la entrada de posibles insectos vectores (que pueden transmitir la enfermedad). "Esto nos lleva a trabajar con la hipótesis de que no nos encontramos ante un brote o foco de la enfermedad, sino ante un caso completamente aislado". De hecho, se está trabajando con el Ministerio de Agricultura en la preparación de una justificación técnica sólida que permita no tener que eliminar todos los vegetales que puedan hospedar a la bacteria en un radio de 100 metros, procediéndose a cambio a una vigilancia intensiva de la zona con controles y análisis en el radio de un kilómetro.

El interés científico, fitopatológico, técnico y mediático suscitado por la bacteria Xylella fastidiosa no es comparable al despertado por ningún otro tema relacionado con la sanidad vegetal en las últimas décadas. ¿Pero cuál es su alcance real? Además de diferentes jornadas técnicas sobre esta temática en los últimos meses, la Fundación Cajamar, siempre del lado del agro y centrando sus esfuerzos en la investigación, publicó recientemente el monográfico 'Enfermedades causadas por la bacteria Xylella fastidiosa', a cargo de Blanca B. Landa, Ester Marco-Noales y María Milagros López.

Su peligro radica en que es el agente causal de numerosas enfermedades muy graves, que podrían tener enormes repercusiones económicas para distintos cultivos europeos y muy especialmente para la economía española, dado que puede afectar a olivo, vid, cítricos, frutales de hueso, almendro y numerosas especies ornamentales y forestales.

Su nombre específico denota dos características de esta bacteria: que habita en el xilema de las plantas hospedadoras (Xylella) y que tiene un crecimiento muy lento en los medios de cultivo microbiológicos (fastidiosa). Es transmitida de forma persistente por distintas especies de insectos chupadores del xilema de los huéspedes a los que afecta. De hecho, coloniza dos hábitats: el xilema de las plantas hospedadoras y el intestino anterior de los insectos chupadores de savia bruta que son vectores de la bacteria.

La Xylella se ha convertido en la bacteria más imprevisible de todas las que afectan a las plantas cultivadas, dada la gran diversidad de sus cepas, los numerosos vectores que la transmiten, que pueden ser distintos en cada país, y la larga lista de huéspedes a los que puede afectar y que, además, varía de un país a otro en función de los vectores y las subespecies presentes. Aunque se sabe mucho sobre X. fastidiosa, hay todavía muchas más preguntas por responder que respuestas para ellas, tanto respecto a la biología de las distintas subespecies de esta especie como a su epidemiología en distintos huéspedes. "Y, desgraciadamente, hoy por hoy se carece de métodos eficientes y sostenibles para su control integrado", reza el comunicado.

Por todo ello, para abordar la bacteria que a nivel mediático denominan como el 'ébola' del olivar o más bien ya, del campo, en las conclusiones de este estudio inciden en dos aspectos muy claros: la necesidad de incrementar las prospecciones y los análisis, y la necesidad de incrementar la investigación.

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