Almería despide al comandante y piloto José Luis López Alcalá

Poco antes de las nueve y media de la mañana, cuando las lluvias comenzaban a apretar y el viento fracturaba los paraguas, llegó a la Iglesia del Espíritu Santo, de la calle Tirso de Molina de la capital, el vehículo con el féretro de José Luis López Alcalá, comandante y piloto del Helimer 207 que en la noche del jueves se estrelló a unas cinco millas del Aeropuerto para acabar hundiéndose hasta los 90 metros de profundidad bajo el mar. La ceremonia, que duró en torno a una hora, y el entierro de este vecino de la capital se celebró en la más estricta intimidad ante la petición de los familiares para que no asistieran ni autoridades ni cargos políticos.

La parroquia se quedó pequeña y fue inundada en apenas cinco minutos por decenas de amigos, vecinos del barrio y compañeros de la promoción de la Escuela de Pilotos de Helicópteros de la base de Armilla y de los que trabajaban junto al comandante fallecido en la heroica tarea del Salvamento Marítimo. Su coordinador en la provincia, Miguel Zea, declinó hacer ninguna valoración porque estaba visiblemente emocionado y afectado por la pérdida. El resto de los compañeros se fundían en abrazos, entre lágrimas, todavía sin llegar a asimilar la tragedia de la Bahía de Almería en la que han perdido la vida tres profesionales de una unidad aérea, el Helimer 207, de Salvamento Marítimo. A las diez y media de la mañana, el coche fúnebre partía en dirección al camposanto de San José, en el que José Luis López Alcalá recibió minutos después sepultura, e iba precedido por cuatro taxis en los que viajaron los familiares. Sobre el féretro varios ramos de flores y a los lados del vehículo hasta siete coronas. Del Grupo Inaer para el que trabajaba, del Ministerio de Fomento, del Ejército del Aire, de Salvamento Marítimo... Todo un reconocimiento previo al que se hará a los cuatro tripulantes del Helimer 207, de los que sólo uno logró sobrevivir a la catástrofe y ya ha recibido el alta médica tras su paso por Torrecárdenas, por el Gobierno que les condecorará con la Medalla de Protección Civil de Oro, con distintivo rojo, por su labor en la que se juegan la vida por los demás.

El cadáver de José Luis López Alcalá fue rescatado por buzos de Salvamento Marítimo en la tarde del domingo del helicóptero en el que se encontraba atrapado a 90 metros de profundidad. El lunes por la noche fue completada la recuperación del cuerpo sin vida del copiloto Kevin Holmes y aún sigue en el fondo del mar el joven rescatador tarifeño Íñigo Vallejo. El dispositivo desplegado por el Gobierno para la localización del helicóptero y rescate de los tres tripulantes ha sido el mayor de los que se han puesto en marcha en nuestro país. Todavía no se sabe nada de las causas del siniestro.