Darius Blinkevicius, forajido de leyenda

El lado oscuro de Almería

La policía detuvo en agosto de 2004 en Adra a uno de los delincuentes europeos más buscados y violentos. Su red criminal se dedicaba a todo tipo de delitos, como robos con violencia y asesinatos con fusiles Kalashnikov

Darius Blinkevicius, forajido de leyenda
José Ángel Pérez / Periodista

25 de mayo 2009 - 01:00

DURANTE los últimos diez en años, en la provincia de Almería se han desmantelado más de una treintena de redes de delincuencia organizada, en sus distintas vertientes y que iban desde trafico de estupefacientes, inmigración ilegal, trata de blancas y prostitución o robos en comercios-los aluzineros- o los peligrosos "murcigleros" dedicados a desvalijar las viviendas durante la noche mientras sus propietarios dormían. En algunos de estos casos. los principales cabecillas de estas redes organizadas fueron detenidos aquí y en otras ocasiones las investigaciones de la Policía o de la Guardia Civil de Almería posibilitaron su detención en otras provincias españolas e incluso en sus propios países de origen.

El ciudadano lituano Darius Blinkevicius, sobre el que pesaba desde hacia varios años una orden de búsqueda y captura dictada por INTERPOL, acusado de seis homicidios dolosos fue detenido el 19 agosto de 2004 en la localidad almeriense de Adra. La detención de Blinkevicios fue planificada muy meticulosamente dada la peligrosidad del individuo.

Esta persona estaba considerada como uno de los máximos dirigentes de la red criminal de los Tulpinai en Lituania. Su detención fue promovida por el Grupo de Fugitivos de la Policía que coordinó toda la investigación en coordinación con las autoridades lituanas. Esta unidad de elite de la Policía es la responsable de las distintas operaciones de alto calado sobre la captura de los delincuentes fugitivos establecidos o de paso en España.

Darius Blinkevicius, afincado desde hacia unos meses en la localidad abderitana estaba clasificado como "el número uno" en la lista de los delincuentes lituanos mas buscados. Hasta su detención, el escurridizo delincuente se había movido con cierta soltura por diversos países europeos logrando eludir cualquier tipo de control policial.

Blinkevicius tenía entonces vigente una orden internacional de detención y extradición por seis homicidios y dos delitos de lesiones muy graves. "Blinkevicius pertenecía a una banda criminal que asesinaba a sus enemigos con ametralladoras Kaláshnikov.

La Policía lo calificó como un tipo muy violento que cuando se dio cuenta de que ya no podía escapar incluso intentó suicidarse, autolesionándose. La detención se produjo en la vivienda en la que residía, donde llevaba una vida aparentemente normal con su mujer y su hija. La policía registró el piso del lituano en el que se intervinieron cerca de 6.500 euros y diversa documentación. En el momento del arresto, Blinkevivius se identificó con documentación falsa a nombre de Raimondas Bajoras.

El lituano de 37 años de edad, formaba parte desde el año 1994 de la organización criminal lituana «Tulpiniai». Los componentes de esta organización se dedicaban a cometer delitos caracterizados por su especial gravedad, como robos con violencia y asesinatos. Además, en sus acciones criminales no dudaban en utilizar armas automáticas de fuego -pistolas ametralladoras y fusiles «Kalashnikov3, entre otras- y en algunas ocasiones cuando la ocasión lo requería, explosivos.

Según informó la Subdelegación del Gobierno en Almería, el detenido formó parte activa en la muerte de seis personas en el país del Este de Europa, a una de las cuales troceó y luego hizo desaparecer su cuerpo quemándolo. Una vez cometidas éstas y otras acciones similares en su país natal, el peligroso individuo huyó de Lituania con objeto de eludir a la Justicia, que le seguía los pasos, permaneciendo oculto en diversos países hasta su llegada a España.

A través de las investigaciones se conocieron algunos datos reveladores que apuntaban a que el delincuente lituano podía encontrarse en Almería, por lo que diversos componentes de la UDYCO de Madrid se trasladaron hasta la provincia almeriense, culminando las investigaciones con la localización y detención de este delincuente «extremadamente peligroso.

Hace tres años la Policía del país báltico desarticuló casi por completo esta banda, cuyos miembros habían cometido más de veinte asesinatos, entre ellos los de dos fiscales y un oficial de Policía. La mayoría de sus responsables fueron condenados a cadena perpetua. El detenido en Adra, considerado «extremadamente violento» por las autoridades de su país, era el criminal más buscado por la Policía lituana.

Los fugitivos suelen camuflarse como turistas para evitar controles fronterizos, llevan documentación falsa y buscan un clima benigno y lugares turísticos o urbanizaciones residenciales donde pasar desapercibidos. Allí escapan al control policial o del padrón, ya que las calles son nuevas o con direcciones incompletas y difíciles de hallar. Los prófugos hablan su idioma natal sin problemas porque eligen zonas cercanas al mar donde residan compatriotas. El litoral mediterráneo y las islas Baleares y Canarias están siendo hasta ahora sus escondites preferidos.

Dentro de la provincia almeriense, en determinados puntos del levante y zona norte existe un permanente y discreto control de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado sobre determinados grupos de personas que aparentemente llevan una vida normal y que supuestamente tienen determinados vínculos o conexiones con grupos de carácter mafioso que operan por toda Europa.

Unidades especiales tanto de los Servicios de Información de la Policía o Guardia Civil, junto al CNI-Centro Nacional de Inteligencia-, son quienes ejercen estas misiones en un estricto y riguroso secreto.

No hay que olvidar los antecedentes delincuenciales existentes en la provincia almeriense en lo que se refiere a redes organizadas de narcotráfico, prostitución o inmigración ilegal, así como en materia de terrorismo islamista. Tanto en el trafico de drogas- fundamentalmente hachís- como en el trafico de seres humanos-inmigración irregular, Almería es junto a Cádiz la segunda provincia española consideradas como las puertas de Europa para estas ilícitas actividades. Anualmente en la provincia almeriense, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado junto al Servicio de Vigilancia Aduanera se vienen incautando de centenares de miles de kilos de hachís.

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